Murió en tragedia aérea

[responsivevoice_button voice="Spanish Latin American Male" buttontext="Escuchar Noticia"]
Compartir en

Redacción Extra

En las últimas horas, la Clínica Universidad de La Sabana confirmó el fallecimiento de Carolina López, enfermera de 29 años oriunda de Mapiripán y residente de la ciudad de Villavicencio, quien resultó gravemente herida en el accidente aéreo ocurrido el pasado sábado 31 de mayo en zona rural de Chía, Cundinamarca. La joven sufrió un trauma craneoencefálico severo y fue diagnosticada con muerte cerebral.

Carolina formaba parte de la tripulación de una avioneta medicalizada que realizaba una misión de traslado de una pacientedesde Puerto Inírida, Guainía, hacia Bogotá. La aeronave, de matrícula HK1925, cayó a tierra en la veredaLa Fagua, entre los municipios de Chía y Cajicá, a tan solo 14 millas de su destino final.

Pasajeros

En el siniestro iban a bordo cinco personas, quienes fueron rescatadas con vida gracias a la oportuna reacción de los cuerpos de emergencia, entre ellos los bomberos de Chía y Cajicá. Sin embargo, Carolina resultó con lesiones de alta complejidad que comprometieron su sistema neurológico.

“La paciente ingresó a la Unidad de Cuidados Intensivos con un trauma craneoencefálico severo. Nuestros médicos intensivistas y neurólogos la declararon en muerte encefálica”, indicó el comunicado oficial de la Clínica Universidad de La Sabana, que también expresó su solidaridad con los familiares, amigos y compañeros de la joven profesional de la salud.

Otra de las víctimas que permanece en estado crítico es el piloto Carlos García Chica, de 55 años, quien continúa recibiendo atención especializada en cuidados intensivos.

Hipótesis

De acuerdo con información extraoficial, la emergencia aérea se habría producido por una aparente pérdida de control de la aeronave, aunque esta hipótesis aún está bajo investigación por parte de la Aerocivil, que analiza las condiciones técnicas y operativas del vuelo al momento del accidente.

Allegados de Carolina, manifestaron que la joven era reconocida en Villavicencio por su vocación de servicio en el área de la salud y por su compromiso con las misiones humanitarias en zonas de difícil acceso. Su fallecimiento enluta al sector salud y deja una huella imborrable en quienes compartieron con ella su labor profesional.

Familiares y seres queridos resaltaron a través de redes sociales el valor de su entrega hasta el último momento, asegurando que murió cumpliendo su labor.


Compartir en