El lunes festivo 13 de octubre se tiñó de luto en Ricaurte, Nariño, tras el fallecimiento de Fabián Andrés Rivera, apodado cariñosamente ‘Megateo’. El trágico accidente ocurrió en la vía principal del municipio, a la altura del supermercado D1, ubicado en el barrio Las Palmas.
Según testigos, Fabián Andrés Rivera, conocido como ‘Megateo’, se movilizaba como pasajero en una mototaxi cuando, al llegar a su destino en el barrio Las Palmas, descendió del vehículo. En ese momento, una tractomula que transitaba por la zona pasó muy cerca, y el fuerte viento que generó habría desestabilizado a Fabián Andrés, provocando su caída hacia la calzada, justo en el trayecto de las llantas traseras del pesado vehículo, que terminó arrollándolo.
El impacto fue fatal. Rivera perdió la vida de manera inmediata. El siniestro conmocionó a vecinos, comerciantes y transeúntes que se encontraban en la zona. Algunos intentaron auxiliarlo, pero nada pudieron hacer.
Las autoridades aún no han revelado un parte oficial que determine con precisión las causas del incidente. Se espera que en las próximas horas se entregue un informe completo por parte de los entes encargados.
La comunidad se encuentra consternada. Megateo era una figura muy conocida en el municipio. Su presencia era habitual en las calles del centro, donde se desempeñaba como cotero, descargando mercancía y colaborando con los comerciantes.
Con una sonrisa permanente y una actitud siempre dispuesta, Megateo se ganó el aprecio de quienes compartían con él a diario. No había quien no lo saludara o intercambiara una broma en el camino.
Además de su trabajo en el comercio, Fabián Andrés era un entusiasta de las festividades locales. Participaba con alegría en las celebraciones tradicionales de Ricaurte y también en eventos de la costa pacífica nariñense.
Amante de la música, las orquestas y los bailes populares, su energía contagiaba a quienes lo rodeaban. Era habitual verlo animando fiestas, celebrando en comunidad y disfrutando del ambiente con entusiasmo inquebrantable. Hoy, su ausencia deja un vacío difícil de llenar. Los ricaurteños lo recordarán por su carisma, su espíritu alegre y su contribución cotidiana al dinamismo del municipio. Vecinos, amigos y familiares se han unido para rendirle homenaje.
