El rostro de Sofía Delgado Zúñiga fue inmortalizado en un conmovedor mural en el corregimiento de Villagorgona, Candelaria, Valle del Cauca, como homenaje a la niña de 12 años asesinada hace un mes por el confeso feminicida Brayan Campo. La comunidad, artistas locales y familiares se unieron para rendir tributo a la pequeña, cuyo asesinato dejó una herida profunda en el corazón del municipio.
Doña Lady Zúñiga, madre de Sofía, escribió un mensaje lleno de amor y dolor, ahora grabado en el mural junto al rostro de su hija. “Tu corto camino al cielo me confirma que siempre fuiste un ángel que Dios me envió para enseñarme lo puro de su amor. Te amamos, mi monita”, dice la dedicatoria, resaltando la pureza y dulzura que caracterizaban a la niña. Además, los artistas plasmaron en el mural la imagen de la perrita de Sofía, la compañera que sigue extrañando su cariño.
Brillid Velásquez, promotora cultural del municipio, destacó el propósito del homenaje. “El mensaje es sanar, es perdonar, es decir ‘sí podemos vivir en paz’. Este mural representa una Candelaria en paz, una comunidad que valora a sus niños y lucha por la justicia”, aseguró. El mural también lleva flores, un corazón y alas, símbolos que reflejan el espíritu angelical de Sofía y el deseo de que su alma esté en paz.
Andrés Felipe Zamboni, uno de los artistas, describió el trabajo como un proceso lleno de emociones. “Es un choque entre alegría y tristeza, pero queremos transmitir que los niños siempre deben tener un adulto que los apoye y los cuide”, expresó.
La comunidad espera que el mural no solo sea un homenaje a Sofía sino un llamado de atención para proteger a los menores de edad y crear conciencia sobre la importancia de su seguridad. Jhon Alexánder Mosquera, otro de los pintores involucrados, expresó: “Quisimos que todos aquí tengamos presente que a los niños hay que cuidarlos, protegerlos, para que esto no vuelva a pasar”.
Lady Zúñiga y Cristian Andrés Delgado, padres de Sofía, buscan consuelo en la fe y en los recuerdos de su hija. A pesar del dolor, su amor y memoria permanecen vivos en sus corazones, mientras la comunidad de Villagorgona les extiende su apoyo y solidaridad.
El mural, además de ser un símbolo de paz, lleva un mensaje contundente de esperanza y justicia. Las familias de Villagorgona exigen que se aplique todo el peso de la ley sobre Brayan Campo, el hombre que trajo tanto sufrimiento al pueblo. Al pie del mural, un mensaje de fortaleza resalta: “Cuida a mi hijo que yo cuido al tuyo”, en una promesa de protección mutua y respeto hacia los niños de Candelaria.
