Una feria que va más allá del comercio y se convierte en un acto de resistencia, esperanza y transformación. Así se vivió la jornada comercial ‘Mujeres de la Paz’ en el barrio El Tejar, al sur de Pasto, donde mujeres emprendedoras, muchas de ellas madres cabeza de familia, se tomaron el espacio público con el firme propósito de demostrar que el trabajo digno y el empoderamiento femenino son claves para construir una sociedad más justa y equitativa.
Durante esta jornada, las participantes ofrecieron una amplia variedad de productos, entre los que destacaron artesanías, alimentos tradicionales, confecciones y elementos decorativos hechos a mano. Cada artículo vendido llevaba consigo una historia de esfuerzo, superación y amor por las familias que dependen de estos ingresos.
Potencia
La iniciativa, liderada por mujeres de la comunidad, busca sacar de la zona de confort a aquellas que, pese a enfrentar múltiples dificultades sociales y económicas, aún no han descubierto el potencial transformador que tienen en sus manos. “Esta feria es un primer paso para abrir los ojos, para mostrar que sí se puede. Las mujeres tenemos mucho por aportar no solo en la casa, también en la comunidad y en la economía local”, expresó emocionada la comerciante Adriana Huertas, quien además reafirmó su compromiso: “No podemos dejarlas solas. Cada mujer aquí merece saber que es valiosa, que es capaz de generar ingresos, de ayudar en su hogar y de cambiar su destino”.
Motivación
La actividad dejó un positivo balance, no solo en términos de ventas, sino también en cuanto al fortalecimiento de la autoestima y el sentido de pertenencia entre las participantes. “Más que dinero, nos llevamos la motivación de saber que somos parte de algo importante, que nos apoyamos entre todas”, comentó una de las emprendedoras presentes en el evento.
El éxito de esta feria ha sido tal que ya se proyecta su replicación en otros sectores de Pasto, especialmente en aquellos donde las necesidades sociales son más urgentes y donde las mujeres han alzado su voz para exigir mejores oportunidades. El evento también representa una apuesta por los derechos de la mujer, la inclusión económica y el liderazgo comunitario. ‘Mujeres de la Paz’ no es solo una feria: es un símbolo de cambio, un ejemplo de cómo la unión y el trabajo colectivo pueden sembrar esperanza en los territorios más olvidados. En cada calle, en cada toldo improvisado, se tejió una historia nueva para decenas de mujeres que hoy, gracias a esta oportunidad, se sienten más fuertes, más libres y más capaces de construir el futuro que merecen.




