Una mujer asegura estar enamorada de un autobús de TransMilenio y hasta haber contraído matrimonio simbólico con él. Su historia ha provocado revuelo en redes sociales, generando sorpresa, críticas y curiosidad.
Yeline Lizbeth Patiño, de 34 años y originaria de Pasto, explicó que su atracción por los vehículos comenzó en la infancia. A los 10 años, sintió una conexión especial con un autobús intermunicipal en su ciudad natal. Sin embargo, su amor por el transporte público se fortaleció cuando llegó a Bogotá en 2023 y conoció un articulado de la ruta A60, con el que sintió un vínculo especial.
Con el tiempo, descubrió que el mismo autobús también operaba en la ruta F60, lo que incrementó su obsesión. Según ella, experimenta sentimientos similares a los de cualquier persona enamorada: emoción al ver a su «pareja», placer al tocar su carrocería y nerviosismo al subirse a él. Para oficializar su amor, decidió organizar una boda simbólica con el vehículo.
Patiño asegura que no busca llamar la atención ni suplir carencias afectivas. Afirma que padece mecanofilia, una condición poco común que provoca atracción romántica o sexual hacia máquinas y objetos mecánicos. A pesar de las críticas y burlas en redes sociales, sostiene que su amor es genuino y que nadie tiene derecho a cuestionarlo.
Aunque es cantante y actriz, negocio que su historia sea una estrategia publicitaria para hacerse famosa. Insiste en que su relación con el bus es real y que seguirá amándolo sin importar los comentarios de los demás.
Su caso ha abierto un debate sobre las diversas formas en que las personas pueden experimentar el amor, mientras que muchos siguen sorprendidos por su inusual historia.
