Cuando iba de regreso a su casa junto con cuatro de sus compañeros de trabajo, Alejandro León se convirtió en la nueva víctima de la delincuencia en Bogotá, luego que en medio del hurto de su celular, por tratar de evitar que se quedaran con el aparato electrónico, uno de los delincuentes le propinó una puñalada que le quitó la vida en un bus de TransMilenio a la altura de la estación Molinos.
Los hechos ocurrieron la noche del domingo 2 de junio, momento en el que junto a sus compañeros decidió tomar el servicio, sin imaginarse que dentro del bus iban tres ladrones (dos hombres y una mujer) que minutos más tarde serían los responsables de causar la tragedia que en estos momentos tiene a una familia bogotana exigiendo justicia tras lo sucedido.
Andrés León, hermano de Alejandro, aseguró que las autoridades no les han colaborado con las cámaras de seguridad de la estación. Incluso, la periodista de Noticias Caracol, Tatiana Gordillo, ingresó hasta la estación ubicada en límites entre las localidades de Rafael Uribe Uribe y Tunjuelito, donde a pesar que en la entrada aparece un aviso que indica que los usuarios están siendo monitoreados por cámaras de seguridad, esto no estaría sucediendo debido a que las cámaras no habrían sido instaladas dentro del paradero del sistema.
“Él venía en un H75 y tenía como destino el portal de Usme, allí tenía que tomar un alimentador”, comentó Andrés, quien junto a los demás miembros de su familia se quedaron esperando la llegada del joven y, en vez de eso, recibieron una llamada en la cual les informaron que Alejandro había fallecido, producto de la herida que recibió en su cuello.
Daniela León, prima de Alejandro, le indicó a Noticias Caracol que al momento de llegar a la estación Molino, “él sintió que le iban a sacar el celular, reaccionó, forcejearon y ahí le pegó una puñalada, salieron de la estación”. Frente a esta versión, su hermano añadió que “un policía salió a correr detrás de los ladrones pero no alcanzó a cogerlo”, y habrían tomado hacia la parte alta de Molinos, donde huyeron con el teléfono.
Los compañeros fueron los encargados de trasladarlo en un taxi hasta un hospital, y a pesar del esfuerzo de los médicos no se pudo hacer nada para salvarle la vida. Debido a esto las unidades de inspección judicial llegaron hasta el centro médico y de allí se dirigieron hacia la estación con el fin de recolectar pruebas y testimonios que puedan ayudar a la identificación de los ladrones.
“Hasta el momento no hemos recibido ninguna comunicación de las autoridades”, indicó Andrés, quien explicó que “en el articulado que iban era muy viejo y no tenía cámaras”, situación similar a la de la estación, y uno de los mayores desafíos que tienen los peritos judiciales que quedaron asignados al caso.
Alejandro, quien era un apasionado hincha de Millonarios, fue despedido en redes sociales por varios de sus amigos y conocidos, quienes junto a su familia solo esperan que las autoridades se pongan las pilas y no dejen pasar más tiempo, el cual puede ser vital en el curso de lo investigación para dar con el paradero de los dos hombres y la mujer que habrían cometido el hurto y posterior asesinato del joven.