MUERTE DENTRO DEL COIBA

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Sierra, quien había sido capturado por agredir a su pareja, fue hallado sin vida

Una tragedia sacudió el Complejo Carcelario y Penitenciario de Ibagué (COIBA), donde fue encontrado sin vida Gerardo Andrés Sierra Pérez, un hombre oriundo de Santa Marta que permanecía privado de la libertad desde 2019. El fallecimiento se registró el martes 14 de octubre, según informó el centro penitenciario a sus familiares mediante una llamada telefónica.

La noticia dejó desconcertados a sus allegados, quienes denunciaron que no han recibido un reporte oficial ni se les ha explicado qué ocurrió. “Solo nos dijeron que había muerto, pero no explicaron nada. No sabemos si fue por enfermedad o si pasó algo dentro de la cárcel”, expresó uno de los familiares.

Sierra Pérez había sido capturado por la Policía Metropolitana de Santa Marta tras agredir a su pareja en el barrio Villa Universitaria. Desde entonces, permanecía recluido en el penal tolimense.

Ante la falta de información, los familiares del interno solicitaron al Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC) y a la Fiscalía General de la Nación una investigación rigurosa que permita esclarecer las circunstancias del fallecimiento. También pidieron que se practique una autopsia con total transparencia y que los resultados sean comunicados oficialmente.

“Queremos saber la verdad. No vamos a parar hasta que nos den respuestas”, afirmaron con firmeza.

Hasta el momento, las autoridades penitenciarias no han emitido un pronunciamiento público sobre el caso. La familia insiste en que se garantice claridad y justicia frente a lo sucedido en el interior del COIBA de Ibagué.

El silencio institucional ha generado inquietud entre quienes exigen que se respeten los derechos de los privados de la libertad y se esclarezcan los hechos que rodean muertes dentro de centros penitenciarios. La presión aumenta y la comunidad espera respuestas concretas.

Mientras se espera un pronunciamiento oficial, el entorno cercano del fallecido mantiene la exigencia de conocer detalles precisos sobre lo ocurrido. La incertidumbre persiste, y el llamado a esclarecer los hechos se extiende más allá del núcleo familiar, alcanzando voces ciudadanas que reclaman transparencia, respeto y garantías dentro del sistema penitenciario colombiano.


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