Virginia Giuffre, reconocida por su valentía al denunciar a Jeffrey Epstein y al príncipe Andrés de Inglaterra por abuso sexual, falleció por suicidio a los 41 años en Neergabby, Australia Occidental, donde residía desde hacía varios años.
La noticia fue confirmada este sábado por su familia a la BBC.
“Con el corazón profundamente roto, anunciamos la muerte de Virginia en su granja en Australia Occidental”, indicó la familia en un comunicado. En el mismo, se explica que su fallecimiento fue consecuencia del profundo dolor que arrastraba tras haber sido víctima de abuso sexual y trata de personas desde temprana edad.
Nacida en Florida, Giuffre tenía nacionalidad estadounidense y australiana. En los últimos años se convirtió en una figura central en la lucha global contra la explotación sexual, tras revelar públicamente los abusos sufridos a manos de Jeffrey Epstein y su red de tráfico sexual. En 2021 presentó una demanda civil contra el príncipe Andrés, que fue resuelta con un acuerdo confidencial en 2022.
La familia destacó que Giuffre fue “una guerrera incansable en la lucha contra el abuso sexual y la trata de personas” y “la luz que animó a tantos sobrevivientes”. También fue fundadora de Victims Refuse Silence, una organización dedicada a brindar apoyo a víctimas de explotación.
Su muerte ha causado conmoción y tristeza entre activistas, organizaciones y personas que vieron en ella un símbolo de resistencia y verdad. A pesar de su partida, su legado como defensora de los derechos humanos y la justicia para las víctimas de abuso permanece intacto.
