La violencia volvió a golpear al departamento de Arauca y a enlutar a una familia caqueteña. En un nuevo ataque con explosivos perpetrado por la guerrilla del ELN contra la base militar de Puerto Jordán, perdió la vida el soldado profesional José Henry Ceballos Moreno, oriundo del Caquetá. En el mismo hecho resultaron heridos siete uniformados, algunos de ellos con lesiones de gravedad.
Una tragedia que se repite
El atentado ocurrió en la madrugada del domingo, cuando miembros del ELN activaron artefactos explosivos cerca del perímetro de la base militar. La detonación provocó una fuerte onda expansiva que destruyó parte de las instalaciones y dejó una escena de caos y desesperación entre el personal militar. Lo más alarmante es que esta misma unidad ya había sido blanco de un ataque similar en septiembre de 2024, dejando un saldo de tres militares muertos y 33 heridos, sin que hasta el momento se conozcan resultados contundentes de las investigaciones.
Indignación en el Caquetá
La noticia de la muerte de José Henry Ceballos Moreno causó profundo dolor en el Caquetá, su tierra natal. Familiares, amigos y miembros de la comunidad rechazaron con firmeza el nuevo acto terrorista y cuestionaron la falta de acciones efectivas del Estado para proteger a los soldados que diariamente arriesgan su vida en regiones de alto riesgo. “Ya es hora de que el Gobierno y las Fuerzas Militares tomen medidas concretas. No puede ser que nuestros jóvenes sigan cayendo mientras los grupos armados actúan con total impunidad”, expresó un líder comunitario de Florencia. El asesinato de Ceballos Moreno revive el debate sobre la fragilidad de la seguridad en el oriente del país y la necesidad de replantear las estrategias frente al ELN, que continúa perpetrando ataques pese a los intentos de diálogo. La comunidad exige justicia, protección y resultados reales, recordando que cada soldado caído es un símbolo del abandono que aún golpea las regiones más olvidadas de Colombia.

