En el sur-occidente de Colombia, en el departamento de Nariño, se encuentra un paraje natural que sorprende a propios y visitantes: unas imponentes cascadas que, por su entorno de roca volcánica, abundante vegetación y aguas cristalinas, hacen que más de uno crea estar en Islandia.
El rincón en cuestión es el cañón del río Guáitara, ubicado en el municipio de Ipiales, cerca de la frontera con Ecuador. En ese lugar la combinación de paisaje, el sonido del agua y la altura trazan una estética de naturaleza casi escandinava.
Además de la belleza paisajística, en el área se encuentra el magnífico ◆ Santuario de Las Lajas: un templo de estilo gótico construido sobre un puente que cruza el río, evocando una fusión entre lo espiritual y lo geológico.
Para quienes planean una visita a Nariño, se recomiendan dos experiencias adicionales imperdibles: la Laguna de La Cocha, uno de los lagos más grandes de Colombia y rodeado de reservas naturales; y el Cañón de Juanambú, el segundo más largo del país, que añade historia con la huella de un enfrentamiento de Simón Bolívar.
Este descubrimiento paisajístico fortalece la apuesta del turismo natural en Nariño y abre la posibilidad de que más visitantes se animen a explorar esta región menos conocida, pero con escenarios tan impactantes como los de destinos internacionales.



