Mondomo intenta levantarse: entre los escombros del ataque y la fuerza de su economía agrícola

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El corregimiento de Mondomo, en Santander de Quilichao, vive días de reconstrucción tras el ataque que dejó trece viviendas destruidas y más de un centenar afectadas. En las calles aún permanecen montículos de tejas, ladrillos y objetos retorcidos por la explosión, mientras los peritos inspeccionan grietas y levantan informes sobre las estructuras colapsadas. Entre las casas dañadas está la de Doña Berta, una mujer cercana a los 80 años que perdió gran parte de su vivienda y con ella décadas de recuerdos. Vecinos y familiares trabajan hombro a hombro para apoyar a quienes lo perdieron todo, mientras el comité ciudadano “Unidos Somos Todos” coordina ayudas y donaciones.

Mondomo es un punto estratégico del norte del Cauca, no solo por su ubicación sobre la vía Panamericana, sino por su actividad agrícola e industrial. La producción de almidón de yuca, que durante décadas ha sostenido la economía local, enfrenta ahora dificultades logísticas por las afectaciones y el temor que persiste tras los recientes hechos de violencia. Las rallanderías —más de un centenar en funcionamiento— continúan operando entre horarios ajustados y medidas de precaución para sus trabajadores.

Para muchos habitantes, el ataque no solo golpeó su infraestructura, sino su sentido de estabilidad. Aún así, líderes comunitarios afirman que la recuperación ha comenzado y que la prioridad es proteger la actividad económica que da empleo a miles de familias en el corregimiento. La apuesta, dicen, es no permitir que el conflicto armado haga colapsar lo que Mondomo ha construido durante varias generaciones.


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