Moda colombiana recupera terreno: crecimiento del 8 % proyectado para lo que resta de 2025

[responsivevoice_button voice="Spanish Latin American Male" buttontext="Escuchar Noticia"]
Compartir en

La industria de la moda en Colombia anuncia una recuperación sostenida, con una proyección de crecimiento del 8 % para fines de 2025. Tras años de complicaciones derivadas de la inestabilidad económica global, el sector empieza a mostrar señales alentadoras, impulsadas tanto por el consumo nacional como por una mayor reactivación del retail tradicional.

En 2024, el mercado facturó alrededor de 33,3 billones de pesos, lo que representó un avance del 3,72 % respecto al año anterior. El gasto se concentró principalmente en vestuario, seguido por accesorios personales y calzado; también crecieron los servicios relacionados con ropa y calzado, así como la ropa de hogar. Las ciudades que lideran en inversión moda son Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla y Cartagena.

Los grandes almacenes y tiendas propias en centros comerciales han mostrado un rendimiento superior al promedio, con subidas de hasta un 8 % en sus ventas. Este desempeño demuestra que no sólo se está vendiendo más por los precios, sino también por mayor cantidad de unidades.

Sin embargo, estos avances vienen acompañados de retos importantes. La sostenibilidad se ha convertido en una necesidad ineludible: no basta con adoptarla como un ideal, sino con convertirla en práctica real en todas las etapas del proceso productivo. Las empresas enfrentan el desafío de encontrar modelos de inversión viables que les permitan incorporar estándares ambientales sin perjudicar su rentabilidad. Además, se prevén cambios regulatorios que obligarán al sector a adaptarse.

Un cambio notable también se ha dado en la percepción del consumidor: lo “local” ha ganado valor simbólico y comercial. Marcas colombianas están dejando de verse como alternativas exóticas, para posicionarse como opciones deseables si ofrecen identidad, calidad y propuestas diferenciadas. Este fenómeno abre una ventana para la internacionalización, especialmente hacia mercados con alto poder adquisitivo. Estados Unidos aparece como un objetivo clave, así como lugares fuera de los circuitos tradicionales que buscan productos únicos y personalizados.

En resumen, la moda en Colombia enfrenta su momento de inflexión: tras resistir el embate de crisis globales, se proyecta un año con cifras positivas; pero para sostener este impulso, será necesario equilibrar crecimiento, responsabilidad ambiental, innovación y coherencia de marca. La competitividad ya no será solo cuestión de precio, sino de valor añadido en cada prenda.


Compartir en

Te Puede Interesar