El municipio de Viotá, en el departamento de Cundinamarca, está conmocionado por la desaparición del padre Carlos Saúl Jaimes Guerrero, un sacerdote de 30 años reconocido por su labor comunitaria y social en la región. Desde la mañana del martes 17 de junio no se tiene rastro de su paradero.
Jaimes, quien tenía a su cargo la tradicional hacienda Casacoima —espacio donde realizaba encuentros religiosos, actividades con adultos mayores y jornadas con jóvenes—, habría salido en la madrugada luego de recibir una supuesta citación cerca del sector de la quebrada Neivana. Desde entonces, su teléfono celular dejó de emitir señal y no respondió más mensajes.
Camioneta encendida en zona rural refuerza hipótesis de secuestro
La angustia creció en Viotá cuando, en la tarde del miércoles 18 de junio, vecinos y autoridades hallaron la camioneta del sacerdote en una vía rural de la vereda La Unión. El vehículo, una camioneta roja de placas terminadas en 560, fue encontrado encendido, sin ocupantes, sin señales de lucha y con todas sus pertenencias intactas.
El hallazgo tuvo lugar cerca de la quebrada La Rea, un sitio alejado y de difícil acceso. La extraña escena encendió las alarmas entre los investigadores, quienes no descartan ninguna hipótesis, incluyendo un posible secuestro.
“Es muy extraño. El padre es una persona muy querida, nunca hablaba de amenazas, pero esto no parece un simple extravío”, comentó un habitante del sector.
Autoridades intensifican la búsqueda con apoyo de la comunidad
La Policía de Cundinamarca, en conjunto con unidades del CTI y organismos de socorro, activó un plan de búsqueda en zonas rurales cercanas a donde fue hallado el vehículo. A su vez, drones y equipos caninos están siendo utilizados para rastrear posibles caminos por los que pudo haber sido trasladado el sacerdote.
La Diócesis de Girardot, a la cual pertenece Jaimes Guerrero, emitió un comunicado pidiendo a la ciudadanía cualquier información que contribuya a ubicarlo con vida. “Confiamos en Dios y en la solidaridad de los fieles para que el padre Carlos Saúl regrese pronto sano y salvo”, manifestaron.
Mientras tanto, la comunidad permanece en vilo, esperando noticias que puedan esclarecer este desconcertante caso que tiene paralizado a todo Viotá.
