Tres días después de su desaparición, el paradero del sacerdote Carlos Saúl Jaimes Guerrero, de 30 años, administrador de la Hacienda La Tala, sigue siendo un enigma en Viotá, Cundinamarca. La comunidad se encuentra en vilo y las autoridades intensifican su búsqueda, sin pistas claras que permitan esclarecer lo sucedido.
Vehículo Hallado, Interrogantes Abiertos
El pasado martes, el vehículo del sacerdote fue encontrado encendido y abandonado cerca de la quebrada La Rea, en la zona rural del municipio. Este hallazgo ha aumentado la preocupación de las autoridades. «El carro quedó ahí, con las llaves puestas, el mismo día que desapareció el padre», afirmó el alcalde de Viotá, Óscar Hernán Quiroga, en entrevista con Mañanas Blu.
Esta situación refuerza la hipótesis de un posible secuestro, aunque hasta el momento no se han recibido pruebas de vida ni exigencias económicas. La Gobernación de Cundinamarca y la fuerza pública ofrecen una recompensa de hasta 10 millones de pesos por información que conduzca al paradero del religioso.
Investigación en Marcha, Información Reservada
Las autoridades han desplegado un amplio operativo de búsqueda, que incluye sobrevuelos en helicóptero, el uso de drones y la revisión de grabaciones de al menos cuatro cámaras de seguridad ubicadas en las vías de salida de la región. Sin embargo, el material recolectado se mantiene bajo reserva judicial.
La desaparición del sacerdote Carlos Saúl Jaimes Guerrero ha generado gran incertidumbre en Viotá, dejando a la comunidad a la espera de noticias y con la esperanza de su pronto regreso.
