La “Arca de Noé” vuelve a casa
La misión espacial rusa “Arca de Noé” regresó a la Tierra después de pasar un mes en órbita. Su objetivo fue comprobar la hipótesis de la panspermia, una teoría que sugiere que la vida puede viajar entre planetas a través de cometas, meteoritos u otros cuerpos celestes.
Un laboratorio viviente en el espacio
La nave transportó muestras de microorganismos y compuestos biológicos especialmente seleccionados para soportar las duras condiciones del espacio. Durante su estancia en órbita, los científicos evaluaron cómo la radiación, el vacío y las variaciones extremas de temperatura afectaban a las muestras.
El desafío de la panspermia
La panspermia plantea que la vida en la Tierra pudo originarse a partir de microorganismos procedentes de otros planetas o incluso de sistemas estelares lejanos. Si los organismos sobreviven a la radiación cósmica y a las reentradas atmosféricas, esta teoría ganaría respaldo científico.
Próximos pasos para la ciencia
Tras el aterrizaje, los equipos de investigación analizarán las muestras para identificar cambios genéticos, adaptaciones y supervivencia. Los resultados podrían abrir nuevas perspectivas sobre el origen de la vida y las posibilidades de encontrar organismos en otros mundos.
Rusia y la carrera astrobiológica
Con este experimento, Rusia refuerza su posición en la exploración del espacio y en la búsqueda de respuestas a una de las preguntas más antiguas de la humanidad: ¿estamos solos o la vida es un fenómeno universal?




