La Reliquia: rescate exitoso en mina de oro que colapsó en Segovia

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Segovia, Antioquia – Tras cerca de 46 a 50 horas de trabajo intenso, fue completado el rescate con vida de 23 trabajadores que habían quedado atrapados en la mina de oro La Reliquia, en el municipio de Segovia, departamento de Antioquia.

El colapso y el momento del accidente

El incidente ocurrió el lunes 22 de septiembre de 2025, alrededor de las 11:00 a.m. local, cuando el acceso principal de la mina colapsó, dejando bloqueada la salida hacia la superficie. Según la empresa y la Agencia Nacional de Minería (ANM), se trató de una falla geomecánica que generó un derrumbe de aproximadamente 15 metros de material sobre el túnel de acceso.

La mina se encuentra a unos 80 metros de profundidad respecto a la superficie, y los trabajadores quedaron atrapados dentro del socavón, impedidos de emprender la salida por sus propios medios debido a la caída de roca y tierra.

Actuación durante la emergencia

Desde el momento en que se reportó el colapso, tanto la empresa operadora —Aris Mining, que tiene concesión para explotar La Reliquia— como la ANM y organismos locales desplegaron brigadas de rescate, apoyo técnico y servicios auxiliares.

Algunos de los mecanismos clave durante la emergencia:

  • Se logró mantener comunicación constante con los mineros atrapados mediante un teléfono interno o fijo dentro de la mina, lo que permitió tranquilizarlos y coordinar el rescate.
  • Se suministraron alimentos, agua, mantas térmicas y aire comprimido a través de un tubo que logró llegar al punto donde estaban los mineros, mitigando los riesgos de asfixia o deshidratación prolongada.
  • Las labores de remoción de escombros se realizaron cuidadosamente con técnicas de sostenimiento, para evitar nuevos derrumbes mientras se abría paso hacia ellos.
  • Ante la inestabilidad del terreno, el rescate experimentó pausas y ajustes continuos para garantizar la seguridad del personal y de los atrapados.
  • La ANM enfatizó que el éxito del rescate es un testimonio del fortalecimiento de los protocolos de prevención y atención en minería formal en Colombia.

El rescate y su resultado

El miércoles 24 de septiembre, uno a uno, los mineros comenzaron a ser evacuados hacia la superficie. Algunos caminaron por sus propios medios, ayudados con cuerdas y asistencia técnica.

En muchos casos, los trabajadores fueron recibidos con aplausos y muestras de alivio y emoción de sus familiares.

Las autoridades informan que todos los rescatados se encuentran en buen estado de salud, algunos con síntomas leves de debilidad o mareo, pero sin heridos graves.

Relevancia institucional y lecciones

  • La ANM, tras el rescate, señaló que en 2025 había fortalecido sus capacidades en seguridad minera, con la formación de más de 1.400 personas en estándares de competencia y 151 brigadas de emergencia en distintos departamentos del país.
  • Este caso es considerado un ejemplo del correcto funcionamiento de los protocolos en la minería formal, como monitoreo, brigadas capacitadas, planes de contingencia y coordinación institucional.
  • Sin embargo, también revive cuestionamientos sobre la seguridad en minas subterráneas, los riesgos de fallas geomecánicas y la necesidad de mayores controles en el sector minero colombiano.
  • Cabe resaltar que hace pocos meses, en julio de 2025, otro episodio similar ocurrió en Segovia, donde 18 mineros quedaron atrapados varias horas en otra mina del municipio, pero pudieron salir con vida.
  • También, este rescate tuvo impacto financiero: las acciones de la empresa Aris Mining sufrieron caídas tras conocerse el incidente.

Reflexión final

Este rescate constituye un hecho destacable en Colombia, no solo por el desenlace feliz, sino por lo que implica en términos de política pública, responsabilidad social, control institucional y mejores prácticas en minería. Demuestra que, si bien la minería subterránea conlleva riesgos, es posible afrontarlos de forma organizada y eficiente.

Para los mineros y sus familias, representa un alivio y una lección sobre la resiliencia; para el sector minero y el Estado, un recordatorio de que la vida debe ser prioridad en cualquier operación.


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