La reciente anuncio de la remodelación del Estadio El Campín ha generado una oleada de incertidumbre entre los hinchas y directivas de Millonarios y Santa Fe. La reducción significativa de la capacidad del emblemático estadio, que pasará de albergar miles de aficionados a una cifra considerablemente menor, ha dejado a ambos clubes en un estado de alerta.
Con la inminente reforma, tanto Millonarios como Santa Fe se enfrentan al desafío de asegurar un recinto que, aunque renovado y moderno, tendrá que adaptarse a una afluencia de público significativamente inferior. Esto plantea interrogantes sobre la viabilidad financiera y operativa de los equipos, que dependen en gran medida de la asistencia de los aficionados para sus ingresos.
Los clubes están evaluando posibles estrategias para mitigar el impacto de esta reducción de capacidad, que podría influir en la experiencia de los seguidores y en la atmósfera de los partidos. Directivos de ambos equipos han expresado su preocupación por cómo esta situación podría afectar no solo su rentabilidad, sino también el fervor que caracteriza a los clásicos del fútbol bogotano.
Mientras tanto, la comunidad futbolística sigue atenta a las novedades sobre el avance de la remodelación y las posibles soluciones que se implementen para garantizar que el legado de El Campín perdure en el tiempo.
