Millonarios vivió otra noche amarga en El Campín tras caer por la mínima diferencia ante Llaneros, en un partido correspondiente a la cuarta fecha de la Liga BetPlay II-2025. El único tanto del compromiso fue obra de Daniel Mantilla, quien aprovechó un contragolpe en el segundo tiempo para marcar ante su exequipo y sellar una sorpresiva victoria para el conjunto visitante.
El equipo albiazul no encontró respuestas en el terreno de juego. Aunque tuvo la posesión del balón durante gran parte del encuentro, careció de profundidad, ideas y precisión en el último tercio. Las imprecisiones ofensivas y la falta de reacción tras el gol visitante fueron evidentes, lo que generó frustración tanto en el banco como en las tribunas.
David González, técnico de Millonarios, no ocultó su malestar en la rueda de prensa posterior al encuentro. “Es la primera vez que siento vergüenza al llegar a una rueda de prensa”, dijo con franqueza. El entrenador asumió la responsabilidad del mal momento del equipo y pidió disculpas públicas a la hinchada por el bajo nivel mostrado en este inicio de campeonato.
Más allá de los resultados, la relación entre González y la afición embajadora se encuentra en un punto crítico. Desde su llegada, los cuestionamientos han sido constantes, pero en las últimas semanas el malestar ha crecido. Las reacciones en redes sociales, los abucheos en el estadio y la desconfianza general reflejan un ambiente de tensión que amenaza con desbordarse.
Uno de los momentos que marcó este distanciamiento fue la reciente sustitución de Leonardo Castro en un partido anterior, decisión que provocó molestia en el jugador y enojo entre los aficionados. Desde entonces, las manifestaciones de inconformidad han sido más directas, y los hinchas ya no ocultan su preocupación por el rumbo del equipo bajo la conducción del estratega antioqueño.
Con esta nueva derrota, Millonarios sigue sin sumar puntos y se hunde en el fondo de la tabla. La falta de identidad futbolística, el escaso peso ofensivo y la tensión creciente con la hinchada colocan a González en una posición delicada. El club tendrá que reaccionar pronto si quiere evitar una crisis mayor tanto en lo deportivo como en lo institucional.
