Millonarios volvió a decepcionar en la Liga colombiana tras caer 3-1 ante Deportes Tolima en el estadio Manuel Murillo Toro, en un partido donde el equipo bogotano dejó una imagen preocupante y carente de respuestas futbolísticas. La derrota no solo compromete su camino en el Clausura, sino que además pone en el ojo del huracán a su entrenador, David González, cuya continuidad empieza a tambalear.
El cuadro embajador comenzó ganando gracias a un tanto de Jorge Arias al minuto 24, pero esa ventaja resultó ser un espejismo. Tolima, con mayor intensidad y orden, logró remontar rápidamente con un autogol de Guillermo de Amores y luego amplió la diferencia gracias a Brayan Rovira y Gonzalo Lencina. La fragilidad defensiva y la falta de reacción dejaron al descubierto un equipo sin carácter.
La expulsión temprana de Alex Castro condicionó aún más el rendimiento de Millonarios, que nunca encontró la manera de recomponerse. La falta de variantes tácticas y la desconexión entre sus líneas hicieron que el rival manejara a placer los ritmos del juego, aumentando las críticas hacia la dirección técnica.
Los hinchas, que ya venían manifestando su inconformidad por los últimos resultados, estallaron en redes sociales contra González, acusándolo de no tener un proyecto claro y de haber perdido el control del vestuario. Para muchos, la caída en Ibagué representa un punto de quiebre que obliga a la directiva a tomar decisiones drásticas antes de que sea demasiado tarde.
La prensa deportiva también ha comenzado a especular con una posible salida del entrenador. Aunque los directivos aún no han emitido un pronunciamiento oficial, el ambiente interno estaría enrarecido y la paciencia parece agotarse. El mal inicio del semestre y la falta de evolución en el juego colectivo alimentan los rumores de un cambio en el banquillo.
Millonarios, que históricamente ha sido un club exigente y con pretensiones altas, no puede darse el lujo de acumular más tropiezos. Con apenas siete fechas disputadas, el panorama es gris y la presión por resultados inmediatos podría precipitar una decisión respecto al futuro de González en los próximos días.
La derrota ante Tolima no solo significó tres puntos perdidos, sino también un golpe a la credibilidad del proceso. Millonarios se encuentra en una encrucijada: o respalda a su entrenador a pesar de la crisis, o toma la decisión de un relevo en busca de un revulsivo que evite que la temporada termine en fracaso. Lo cierto es que el tiempo se agota y la paciencia de la afición también.
