Millonarios, desde el inicio con un uniforme inexplicable, planteó un partido para evitar una goleada. Con una defensa de cinco, cuatro mediocampistas adelantados y Émerson Rivaldo Rodríguez como único delantero en teoría, el equipo mostró una estrategia que no funcionó debido a los errores impresentables cometidos en un torneo internacional.
Millonarios fracasó en Copa Libertadores
El equipo de Alberto Gamero jugaba con camiseta amarilla, pantaloneta azul y medias blancas, mientras que Flamengo lucía su tradicional uniforme a rayas rojas y negras. Recordaba a la histórica derrota de Brasil ante Alemania en el Mundial 2014, en el mismo suelo brasileño.
El primer gol de Flamengo llegó tras un error entre Daniel Giraldo y Álvaro Montero, lo que permitió a Pedro anotar a los siete minutos. Luego, David Luiz desbordó a Rodríguez y un centro desviado por Juan Pablo Vargas terminó en el arco de Montero para el segundo gol.
La situación se complicó aún más cuando Matías Viña filtró un balón entre Delvin Alfonzo y Andrés Llinás, permitiendo a Pedro celebrar su doblete antes del descanso. Aunque el VAR revisó un posible fuera de juego, el gol fue validado, aumentando la vergüenza de Millonarios.
Con la victoria asegurada, Flamengo mantuvo la presión en el segundo tiempo, generando múltiples oportunidades de gol. A pesar de algunos cambios tácticos de Gamero, Millonarios no pudo revertir la situación.
El partido culminó con una entrada imprudente de Bruno Henrique sobre Luis Paredes, resultando en la expulsión del jugador brasileño. Para Millonarios, esta Copa Libertadores fue un fracaso total, evidenciando la falta de lo construido localmente en los últimos años. Una participación vergonzosa que requerirá una seria reconsideración de cara al futuro.
