Millonarios en jaque: “no tiene nómina” y el futuro de Hernán Torres pende de un hilo

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Bogotá – Tras la derrota 2-0 frente a Atlético Nacional, el panorama en Millonarios pinta cada vez más sombrío. La dura frase que circuló entre analistas, de que “Millonarios no tiene nómina”, ha despertado un debate intenso sobre el rol real de Hernán Torres como director técnico y la viabilidad de su continuidad.


Una nómina corta y evidencias acumuladas

El propio Torres admitió después del partido que “tenemos una nómina corta, además tengo lesionados o expulsados… debo tomar decisiones con el equipo que tengo”.
Esa confesión, unida a los errores colectivos que el equipo ha exhibido reiteradamente, deja entrever que el club no ha logrado construir un plantel que pueda competir con consistencia.

El cruce entre la premisa de “no tener nómina” y los resultados recientes —con derrotas, falta de regularidad y una defensa permeable— convierten al técnico en blanco de críticas e introspecciones.


¿Culpable o víctima?

Una parte del entorno considera que Torres ha sido colocado en una posición imposible: dirigir un equipo con limitaciones estructurales, ausencias constantes y presión inmediata para obtener resultados.
Sin embargo, otro sector apunta a su gestión táctica, sus decisiones puntuales en partidos clave y su incapacidad para revertir crisis como ingredientes de su desgaste.

Al margen de la causa que se prefiera atribuir, lo cierto es que la conjunción entre la falta de plantilla amplia y los tropiezos campo adentro debilitó su espacio de maniobra.


El ultimátum no declarado

Aunque aún no ha habido una comunicación oficial que anuncie su salida, el entorno futbolístico interpreta las señales claras:

  • Exigencia creciente por resultados inmediatos.
  • Críticas abiertas desde la prensa especializada sobre la estructura y el rumbo del club.
  • Inquietud generalizada entre hinchas y dirigentes sobre cómo se salvaguarda el proyecto deportivo.

Torres no está “sentenciado” en el papel, pero sí siente el respaldo erosionado, y todo apunta a que el próximo tramo del campeonato definirá su destino.


¿Qué viene para el Embajador?

Millonarios está obligando al cuerpo técnico a presentar un giro de rumbo urgente. Si el club reacciona, podría invertir en refuerzos, reorganizar el staff o replantear su estrategia deportiva. Pero si el rumbo no cambia, la salida de Torres —o un ajuste profundo en su rol— podría materializarse en breve.

En definitiva, más que una sentencia ya dictada, se vive un momento de alta tensión: el técnico hoy depende del margen de error que sus resultados le concedan, y ese margen, cada vez más, tiende hacia cero.


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