En un encuentro marcado por la intensidad y la táctica, Millonarios, dirigido por el experimentado Hernán Torres, no logró imponerse en su visita al Polideportivo Sur de Envigado y cayó por la mínima diferencia (1-0) ante un equipo joven pero ordenado. El partido, correspondiente a la ida de los octavos de final de la Copa Colombia, dejó muchas interrogantes para el técnico tolimense, quien apenas inicia su segundo ciclo al mando del club embajador.
El gol tempranero de Tomás Santiago Soto Valladares al minuto 14 descolocó el planteamiento defensivo de Millonarios, que apostó por una nómina alternativa mezclada con juventud y experiencia. A pesar de que el equipo bogotano tuvo la posesión durante varios tramos del juego, le costó profundizar y generar opciones claras ante un Envigado disciplinado y efectivo en la presión.
Hernán Torres sorprendió al incluir a jóvenes como Beckham Castro y Sebastián del Castillo en la alineación titular, dando señales claras de que la Copa Colombia será una plataforma para observar a las nuevas promesas del club. Sin embargo, la falta de cohesión en el mediocampo, liderado por Juan Carlos Pereira, y la desconexión en ataque entre Castro y Samuel Díaz dificultaron la elaboración ofensiva.
Las variantes en el segundo tiempo, con ingresos como los de Brayan Cuero y Jorge Cabezas Hurtado, intentaron dar un aire fresco, pero no fueron suficientes para revertir la desventaja. Millonarios evidenció problemas en los retrocesos defensivos y en la ocupación de espacios, algo que deberá corregirse con urgencia si se quiere remontar la serie en El Campín.
Uno de los puntos más preocupantes fue la actuación de la zaga central, liderada por Sergio Mosquera, quien además recibió tarjeta amarilla. El central no logró contener las arremetidas rápidas del conjunto antioqueño, y por momentos se mostró lento en las coberturas. Esto abre la puerta a posibles ajustes en la defensa para el juego de vuelta.
El resultado deja a Hernán Torres con una importante tarea: reconfigurar la identidad del equipo en medio de una transición y exigencia inmediata. El club capitalino, acostumbrado a ser protagonista en todos los torneos, no puede permitirse quedar eliminado tan temprano de un certamen que le podría significar un cupo a competencias internacionales.
El partido de vuelta en Bogotá será clave no solo para las aspiraciones en la Copa Colombia, sino también para evaluar la capacidad de reacción del nuevo proyecto deportivo liderado por Torres. El técnico, que ya fue campeón con Millonarios en 2012, sabe que la exigencia de la hinchada es alta, y este tropiezo inicial podría ser el impulso necesario para encender motores en su segunda era.




