Carlos Ángel enfrenta señalamientos por corrupción en los Juegos Nacionales 2015.
El desfalco de los Juegos Nacionales 2015 vuelve a estremecer a Ibagué. Esta vez, la lupa de la Fiscalía recayó sobre varios exdirectivos del Instituto Municipal de Deporte y Recreación (Imdri), quienes habrían desviado más de $1.200 millones a través de convenios fraudulentos. Entre los implicados figura el exgerente Carlos Heberto Ángel Torres, cuya gestión quedó marcada por presuntos actos de corrupción que hoy lo tienen en el banquillo judicial.
Según el ente acusador, Ángel no estuvo solo. El exsecretario del Imdri, Andrés Mauricio Villegas Navarro, y el supervisor de la entidad, Jorge Cedeño, también fueron imputados, junto al particular Edwar Alexander García Ramírez, por delitos relacionados con contratación irregular y peculado por apropiación. Los hechos investigados ocurrieron entre septiembre de 2014 y diciembre de 2015, en pleno auge de los preparativos para los Juegos Nacionales y Paranacionales que se realizarían en la capital tolimense.
El fiscal delegado ante el Tribunal Superior de Ibagué imputó los cargos de contrato sin cumplimiento de requisitos legales, interés indebido en celebración de contratos y peculado por apropiación. Ninguno de los procesados aceptó los cargos. La investigación reveló que se habrían suscrito convenios con fundaciones y organizaciones sin ánimo de lucro bajo objetos cuestionables, generando un escenario de apropiación de recursos públicos.
“El exgerente habría actuado sobreponiendo su interés particular sobre los intereses generales, junto con otras personas como García Ramírez y el secretario del Imdri, Villegas Navarro, permitiendo que se ejecutaran los contratos y que terceros sacaran provecho económico de esta situación, al apropiarse de los dineros ya descritos”, señaló la Fiscalía durante la audiencia.
Por su parte, García Ramírez habría jugado un rol clave como intermediario, presentando los documentos de dichas fundaciones, mientras Villegas Navarro los legalizaba y Cedeño supervisaba los contratos cuestionados.
El caso vuelve a encender el debate sobre la corrupción en el deporte tolimense. A casi una década del escándalo, los Juegos Nacionales de 2015 siguen dejando una estela de procesos judiciales. El desfalco no solo frustró la construcción de escenarios deportivos emblemáticos, sino que también afectó la confianza de los ciudadanos en las instituciones.




