En las pocas horas, se dio a conocer un reporte en el cual se evidencian a 22 miembros del Ejército, un funcionario del extinto DAS y a dos civiles reclutadores, por los asesinatos y desapariciones forzadas presentadas como bajas en combate o ‘falsos positivos’, por la Brigada XVI.
Investigación
En la brigada XVI, se valió de la arquitectura institucional del ejército para presenta asesinatos y desapariciones forzadas que se evidenciaron hace un tiempo atrás disfrazadas de “bajas en combate” en el departamento de Casanare.
Así lo determinó la Sala de Reconocimiento de la JEP en la decisión, en la que estableció que bajo la comandancia del mayor general Henry William Torres Escalante, se incrementó la presentación artificial de resultados operacionales en esta región de la Orinoquia.
Evidencia
En el expediente se documentó cómo haciendo uso de su estructura, la conformación con militares que conocían la práctica y una mayor afluencia de recursos para pagos de información con recursos públicos, el Gaula Casanare, que tenía alrededor de 70 personas, logró similares resultados consistentes en asesinatos a los obtenidos por el Batallón de Infantería número 44 Ramón Nonato Pérez, conformado por más de mil hombres.
Imputados
Entre ellos están un mayor general, 2 coroneles, 3 tenientes coroneles, y otros 10 oficiales, además de 6 suboficiales. En su mayoría se trata de exintegrantes de la Brigada XVI que hicieron parte del Gaula Casanare, del Birno y de los Batallones de Contraguerrillas 23, 29 y 65, el DAS, además de dos terceros civiles.
En calidad de autores mediatos fueron imputados el mayor general Henry William Torres Escalante, el mayor, Gustavo Enrique Soto Bracamonte, el teniente coronel Germán Alberto León Durán y el teniente Henry Hernán Acosta Pardo.
Crímenes
La Sala de Reconocimiento de la JEP calificó los asesinatos y desapariciones forzadas como crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra. Los 22 máximos responsables tuvieron un rol esencial y determinante en la configuración del patrón criminal y participaron en conductas especialmente graves y representativas, sin las cuales no se hubiera desarrollado y perpetuado el plan criminal. Por su parte, los tres partícipes no determinantes contribuyeron, aunque de manera no esencial, en el desarrollo del patrón y del plan criminal.




