Juan Miguel Bautista murió con un disparo de escopeta, a manos de su progenitor.
Según las primeras versiones, el fatídico desenlace tuvo lugar tras una acalorada discusión entre el militar y su padre, un agricultor de 59 años. La disputa, cuya naturaleza exacta aún no ha sido aclarada, derivó en un acto de intolerancia extrema, culminando en que el padre disparara contra su hijo con una escopeta calibre 16. Los detalles que desencadenaron este terrible suceso todavía son materia de investigación, mientras la comunidad y las autoridades tratan de entender los motivos detrás de tan desgarrador episodio.
Los vecinos de la vereda Guacamayas, alarmados por el sonido del disparo y la magnitud del evento, alertaron rápidamente a la Policía. Al llegar al lugar, los uniformados encontraron el cuerpo sin vida del Suboficial del Ejército y procedieron a la captura del presunto homicida, su propio padre. En el operativo, también fue incautada la escopeta calibre 16, que se presume fue utilizada en el crimen.
La captura del agricultor ha dejado a la pequeña comunidad rural en un estado de shock. Los habitantes de la vereda Guacamayas nunca imaginaron que una tragedia de esta magnitud pudiera ocurrir entre ellos. La noticia del felicidio ha resonado con fuerza, no solo en Melgar, sino también en toda la región, generando un profundo sentimiento de tristeza y desconcierto.
El Sargento Segundo Juan Miguel Castro Bautista era un militar respetado, conocido por su dedicación y servicio a la nación. Su trágica muerte no solo ha dejado un vacío en su familia, sino también en sus compañeros del Ejército Nacional, quienes recuerdan con aprecio su compromiso y entrega. La pérdida es doblemente dolorosa, considerando las circunstancias en las que ocurrió.
