La mermelada casera con semillas de chía se ha convertido en una opción ideal para quienes buscan un desayuno natural, nutritivo y libre de azúcares añadidos o conservantes. Las semillas de chía aportan fibra, omega-3 y una textura gelatinosa natural, lo que elimina la necesidad de utilizar pectinas o gelificantes artificiales. Preparar esta receta en casa permite disfrutar de un producto fresco y listo en pocos minutos.
La clave de esta mermelada saludable está en la simplicidad: solo se necesitan frutas frescas, limón, semillas de chía y, de forma opcional, un endulzante natural. El resultado es una preparación versátil que puede usarse sobre tostadas, yogures, avenas o postres caseros.
Ingredientes necesarios para la receta
- 250 g de fresas frescas o congeladas (también sirven arándanos, frambuesas o moras).
- 2 cucharadas de zumo de limón.
- 3 cucharadas de semillas de chía.
- Endulzante al gusto (opcional): miel, estevia o sirope de arce.
Preparación paso a paso de la mermelada
- Lava y trocea la fruta elegida antes de cocinarla.
- Colócala en un cazo y caliéntala a fuego medio cinco minutos, removiendo hasta que suelte jugo.
- Agrega el zumo de limón y aplasta con un tenedor, ajustando la textura al gusto.
- Cocina cinco minutos más a fuego bajo hasta que la fruta se ablande.
- Retira del fuego, añade las semillas de chía y mezcla muy bien.
- Si lo prefieres, añade un endulzante natural y vuelve a mezclar.
- Deja reposar treinta minutos hasta que las semillas hidraten y espesen la mezcla.
- Guarda en un frasco de vidrio hermético y refrigera hasta consumir.
Valor nutricional y conservación de la preparación
Cada porción de dos cucharadas contiene aproximadamente 45 calorías, 2,5 g de fibra y 1,2 g de omega-3, convirtiéndose en una opción ligera y muy nutritiva. Al no incluir conservantes, la mermelada debe consumirse en un máximo de siete días, siendo recomendable preparar cantidades pequeñas para mantener su frescura.




