Redacción EXTRA
El concejal Andrés Escobar vuelve a estar en el ojo del huracán político de Cali. Recientes declaraciones de su exesposa apuntan a que el funcionario habría fabricado amenazas para mantener su esquema de seguridad, financiado con recursos públicos. Estas revelaciones han generado una tormenta en el Concejo y en la opinión pública, que exige respuestas claras sobre los presuntos abusos de poder y el uso indebido de los recursos ciudadanos.
Desde la comunidad donde reside el líder comunal Andrés López, se alzan voces de indignación. López, reconocido por su trabajo social, aseguró que desde hace meses se advertía sobre las irregularidades del concejal Escobar y la falta de control institucional. “Teníamos razón, lo dijimos con pruebas y ahora todo se confirma”, afirmó, señalando que la ciudadanía no puede seguir siendo víctima del engaño político.
Valores
El caso toma mayor relevancia por las acusaciones de alteración de evidencias en los procesos judiciales que involucran al concejal. Según las versiones conocidas, Escobar habría manipulado información para desviar la atención y mantenerse protegido bajo su investidura. Esta situación pone en duda la transparencia de las instituciones locales y deja en entredicho la ética de quienes dicen representar al pueblo caleño.
En medio de la polémica, el presidente del Concejo, Édison Lucumí, también quedó bajo escrutinio. Se le cuestiona por haber otorgado un permiso especial que permitió la ausencia de Escobar en plenaria, justo cuando se debatían temas de gran importancia para la ciudad. Sin embargo, Lucumí desmintió las versiones que lo comprometen, asegurando que el procedimiento se hizo dentro de la legalidad y sin privilegios.
Investigación
El hecho ha generado una profunda fractura política dentro del cabildo caleño. Algunos concejales piden una investigación formal para esclarecer la veracidad de las denuncias y establecer responsabilidades. Otros, en cambio, optan por el silencio, lo que alimenta la desconfianza de la ciudadanía. En los barrios y comunas, el sentimiento es de indignación y cansancio frente a una clase política desconectada del pueblo.
Para muchos caleños, este nuevo escándalo es el reflejo de una estructura política desgastada, donde los intereses personales prevalecen sobre el bienestar común. La ciudadanía exige que se aclare el caso y se tomen medidas ejemplares. Como dijo Andrés López, “Cali necesita verdad, transparencia y liderazgo real, no más mentiras disfrazadas de poder”.
foto tomada de redes




