Barreto fue desmentido por Daniel Rojas, ministro de Educación, sobre los recursos del PAE.
El ambiente político en Ibagué se caldeó luego de que el ministro de Educación, Daniel Rojas, desmintiera públicamente las declaraciones de la alcaldesa Johana Aranda, quien había asegurado que el senador Miguel Ángel Barreto gestionó $5.000 millones adicionales para el Programa de Alimentación Escolar (PAE) en la vigencia del 2026. El anuncio, presentado inicialmente como un triunfo político del conservador, terminó siendo catalogado como una mentira por parte del propio Gobierno nacional.
¿Gestión?
Rojas fue enfático en señalar que los recursos mencionados no son producto de gestiones personales del senador Barreto, sino el resultado de decisiones técnicas y administrativas del Ministerio de Educación y la Unidad Administrativa Especial de Alimentación Escolar (UAPA). “No es cierto que los $5.000 millones del PAE en Ibagué sean producto de gestiones del senador Miguel Barreto. Es un valor de referencia —producto de criterios técnicos y no políticos— informado por el Ministerio de Educación y la UAPA para la planeación del 2026”, declaró.
La aclaración generó un revuelo inmediato, pues dejó en evidencia que los parlamentarios no tienen injerencia directa en la asignación presupuestal del programa. En realidad, el incremento en los recursos hace parte de una decisión del presidente Gustavo Petro, que destinó más de $900.000 millones para fortalecer el PAE en todo el país.
Condición
El ministro explicó además que el aumento de los recursos hasta alcanzar casi $3 billones solo será posible si el Congreso aprueba tanto la Ley de Presupuesto del 2026 como la próxima reforma tributaria o Ley de Financiamiento. Ante esto, Rojas lanzó un dardo directo al senador conservador: “Ojalá cuando llegue la discusión del presupuesto y su consecuente Ley de Financiamiento, el senador Barreto no se oponga a su aprobación”.
Las palabras del ministro no solo desmontaron la versión de la alcaldesa, sino que pusieron a Miguel Barreto en el centro de la polémica. Lo que parecía un logro político se convirtió en un episodio que expuso la fragilidad de los discursos y la facilidad con la que se intenta capitalizar decisiones del Gobierno nacional en clave partidista.




