La comunidad aún no sale del asombro mientras los menores luchan por sobrevivir.
El barrio La Pradera, al sur de Ibagué, quedó marcado por la violencia tras un brutal ataque sicarial que acabó con la vida de Nelson Domínguez y dejó gravemente heridos a su esposa y a sus dos pequeños hijos. La comunidad aún no sale del asombro mientras los menores luchan por sobrevivir en un centro asistencial de la ciudad.
Según el reporte médico oficial, la bebé de apenas un año recibió un impacto de bala en el brazo izquierdo, con orificio de entrada y salida. Actualmente se encuentra bajo la atención de especialistas en ortopedia y cirugía vascular, quienes luchan por salvar su extremidad. Por otro lado, el niño de tres años sufrió una herida por arma de fuego en la cara. Fue ingresado de urgencia a sala de cirugía, donde permanece bajo estricto monitoreo, con pronóstico reservado.
El ataque, ocurrido en horas de la tarde, se convirtió en un nuevo episodio que refleja la crudeza de la violencia que azota a la capital tolimense. Vecinos del sector aseguran que los niños, a pesar que se trasladaron con urgencia hacia los centros médicos, mostraron con crudeza el dolor y el desespero por el acontecimiento que acababan de atravesar.
La Policía adelanta investigaciones para dar con los responsables, mientras vecinos y testigos piden cadenas de oración por la recuperación de los menores. “Es un acto atroz, no hay justificación alguna”, expresó un residente del barrio conmovido por la tragedia.




