Ana Costanza Quiroga Martínez, madre de una niña con serios problemas de visión, denuncia públicamente la falta de respuesta y la dilatación de trámites por parte del dispensario médico de la Novena Brigada en Neiva.
Según la mujer, su hija, quien desde los cuatro años ha sido diagnosticada con astigmatismo mixto, ambliopía y queratitis, no ha recibido el tratamiento adecuado debido a las constantes demoras en la autorización de insumos médicos necesarios.
“Desde agosto de este año, he solicitado una consulta con la especialidad de contactología para la adaptación de lentes de contacto, como recomendó la oftalmóloga pediátrica Ana María Martínez. A pesar de la urgencia del caso, la autorización para esta valoración fue dilatada por el área de autorizaciones del dispensario médico. Dado que la consulta debía realizarse antes de que la menor cumpliera 18 años”, expresó Quiroga.
Depuración de la madre
Al ver la poca eficacia y eficiencia por parte del Dispensario Médico, vio la necesidad urgente del tratamiento, el cual, decidió pagar la consulta de forma particular.
“La doctora Sandra Muñoz, contactóloga, diagnosticó que la niña necesitaba lentes de contacto para ambos ojos, junto con lentes ópticos. Tras la valoración”, agregó la mujer, quien además dio a conocer que envió nuevamente la solicitud al dispensario médico, pero no obtuvo respuesta.
Gestiones que no han tenido resultado
Ante la falta de respuesta del dispensario, Quiroga presentó un derecho de petición al dispensario en octubre de este año.
Sin embargo, la solicitud fue ignorada. Después de la negativa, la madre optó por elevar dos peticiones a la Superintendencia Nacional de Salud, sin obtener resultados positivos. La situación empeoró cuando, durante una nueva valoración en octubre, la oftalmóloga pediátrica reafirmó la necesidad de los lentes de contacto y los insumos correspondientes, pero, nuevamente, no hubo respuesta por parte del dispensario.
La pérdida de visión
Dado que la niña lleva años siendo tratada por estas patologías y cuenta con una tutela desde abril de 2018 para garantizar su tratamiento integral, Quiroga inició un incidente de desacato.
A pesar de ello, el dispensario no ha cumplido con las órdenes judiciales. Mientras tanto, su hija ha perdido cerca del 50% de su capacidad visual en ambos ojos debido a la falta de tratamiento oportuno.
Un llamado a la acción
Ante esta situación desesperante, Ana Costanza Quiroga pide a los medios de comunicación y a las redes sociales que visibilicen su caso y ayuden a que las autoridades responsables tomen acciones para garantizar el cumplimiento de los derechos de su hija.
La madre destaca que, a pesar de haber tenido que comprar los medicamentos y tratamientos de manera particular, los altos costos la han colocado en una situación económica difícil, sin los medios para seguir costeando el tratamiento.
«Solicito que se realice una investigación y que mi caso sea compartido en los medios para que no se sigan vulnerando los derechos de mi hija», concluye Quiroga, quien sigue esperando que las autoridades correspondientes tomen cartas en el asunto y se garantice la atención médica que su hija necesita.




