Isac Tavares Santos, de 57 años, su esposa Solange Aparecida Gomes, de 50, y su hija Letícia Gomes, de 16, fueron encontrados muertos en su residencia, en un caso que ha conmocionado a Brasil. Isac Tavares, quien trabajaba como guardia civil municipal en Jundiaí, tenía una pistola de 9 milímetros en su casa. Fue con esta arma que su hijo adolescente disparó repetidamente contra su familia.
Imagens divulgadas do adolescente que matou a família revelam frieza do jovem depois do crime pic.twitter.com/xvjBzmfarY
— Diario do Brasil Notícias (@diariobrasil_n) May 22, 2024
El 17 de mayo, según informó G1 Globo, el adolescente encontró el arma de su padre y decidió probarla disparando contra el colchón de la cama de sus padres, poco antes de que Isac Tavares y Letícia Gomes llegaran a casa.
El joven decidió matar a sus padres y a su hermana después de que, el viernes anterior, le quitaron el celular y el computador como castigo. Posteriormente, llamó a las autoridades para confesar el crimen. Convencido de lo que iba a hacer, tomó el arma y se acercó a su padre en la cocina, disparándole en el cuello. Isac cayó al suelo y murió instantáneamente.
El adolescente luego subió al segundo piso, donde estaba su hermana, y le disparó en el rostro, quitándole la vida. Cuando su madre llegó a casa cinco horas después y vio el cuerpo de su esposo en el suelo, el joven la enfrentó y le disparó. A pesar de haberle disparado, decidió apuñalarla varias veces porque, según la Policía, aún se sentía «enojado» con ella.
Después de cometer el crimen, el adolescente fue al gimnasio y a la panadería, manteniendo el arma guardada como si nada hubiera sucedido.




