Menopausia y Sexo: Cómo Superar los Cambios y Disfrutar del Placer

Disminución del deseo sexual, sequedad vaginal y cambios de humor extremos. Estos son algunos de los síntomas que las mujeres suelen experimentar durante la menopausia.
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Cómo la menopausia puede cambiar la vida sexual:

  • Disminución de la libido: La reducción de estrógeno puede llevar a una disminución del deseo sexual o libido. Algunas mujeres pueden notar una menor frecuencia de pensamientos o fantasías sexuales, así como una menor motivación para iniciar o participar en actividades sexuales.
  • Sequedad vaginal: La disminución de estrógeno también puede causar que los tejidos vaginales se vuelvan más delgados, menos elásticos y produzcan menos lubricación natural. Esto puede resultar en sequedad vaginal, lo que a menudo causa incomodidad, ardor o dolor durante las relaciones sexuales (dispareunia).
  • Cambios en la excitación y el orgasmo: Algunas mujeres pueden experimentar una excitación más lenta o menos intensa, así como dificultades para alcanzar el orgasmo o una disminución en la intensidad del mismo. Esto puede estar relacionado tanto con los cambios hormonales como con la incomodidad física.
  • Mayor riesgo de infecciones urinarias: Los cambios en los tejidos vaginales y la uretra pueden aumentar la susceptibilidad a las infecciones urinarias, lo que a su vez puede afectar el deseo y la comodidad sexual.
  • Factores psicológicos y emocionales: La menopausia puede venir acompañada de otros síntomas como sofocos, sudores nocturnos, cambios de humor, ansiedad o dificultades para dormir. Estos síntomas pueden afectar indirectamente la vida sexual al disminuir la energía, el estado de ánimo y la sensación general de bienestar. Además, los cambios en la imagen corporal asociados al envejecimiento también pueden influir en la autoestima y la sexualidad.

Qué hacer para mantener el placer sexual:

A pesar de estos posibles cambios, es importante saber que muchas mujeres continúan disfrutando de una vida sexual plena y satisfactoria durante y después de la menopausia. Existen diversas estrategias y tratamientos disponibles para abordar los desafíos y mantener el placer:

  • Comunicación abierta con la pareja: Hablar honestamente sobre los cambios que se están experimentando y las necesidades individuales es fundamental para mantener la intimidad y explorar nuevas formas de placer.
  • Lubricantes y humectantes vaginales: Los lubricantes de base acuosa o de silicona pueden aliviar la sequedad y la incomodidad durante las relaciones sexuales. Los humectantes vaginales, utilizados regularmente, ayudan a mantener la hidratación de los tejidos vaginales a largo plazo.
  • Terapia hormonal local (estrógeno vaginal): Cremas, tabletas o anillos vaginales de estrógeno en dosis bajas pueden ayudar a revitalizar los tejidos vaginales, mejorar la lubricación y reducir las molestias durante el coito. Es importante discutir los riesgos y beneficios con un médico.
  • Ospemifeno: Este medicamento oral es un modulador selectivo de los receptores de estrógeno que puede tratar el dolor durante el coito asociado a la sequedad vaginal.
  • Dehidroepiandrosterona (DHEA) vaginal: Este supositorio vaginal puede aliviar el dolor durante el coito después de la menopausia.
  • Terapia de reemplazo hormonal (TRH): En algunos casos, la TRH sistémica (pastillas o parches) puede aliviar la sequedad vaginal y otros síntomas de la menopausia, pero sus riesgos y beneficios deben ser evaluados cuidadosamente por un médico.
  • Ejercicio regular: Mantenerse activa puede mejorar los niveles de energía, el estado de ánimo y la imagen corporal, lo que indirectamente puede influir positivamente en el deseo sexual. Los ejercicios de Kegel pueden fortalecer los músculos del suelo pélvico, lo que puede mejorar la función sexual y la respuesta orgásmica.
  • Tomarse tiempo para la excitación: Una estimulación adecuada antes del coito es crucial para facilitar la lubricación natural y hacer que las relaciones sexuales sean más cómodas.
  • Explorar nuevas formas de intimidad: La intimidad no se limita a la penetración. Abrazos, caricias, masajes, sexo oral y otras formas de contacto físico pueden ser igualmente placenteras y fortalecer la conexión con la pareja.
  • Terapia sexual: Un terapeuta sexual puede ayudar a abordar problemas emocionales o psicológicos que puedan estar afectando la vida sexual, así como a explorar nuevas formas de disfrutar de la intimidad.
  • Evitar irritantes vaginales: Productos como jabones perfumados, duchas vaginales y algunos lubricantes pueden irritar los tejidos vaginales y empeorar la sequedad.
  • Mantener relaciones sexuales con regularidad: La actividad sexual regular puede aumentar el flujo sanguíneo a la vagina y ayudar a mantener los tejidos más saludables y lubricados.

Es fundamental que las mujeres se sientan cómodas hablando con sus médicos sobre cualquier cambio o preocupación relacionada con su salud sexual durante la menopausia. Existen muchas opciones disponibles para ayudar a mantener el placer y la intimidad en esta etapa de la vida.

Para muchas, estos cambios pueden comenzar hasta diez años antes de la menopausia, el período conocido como perimenopausia.

Suzan tiene alrededor de 45 años y vive en Vancouver, Canadá. Está pasando por la perimenopausia y comenta: «El sexo se volvió demasiado doloroso. Todavía tengo deseo sexual, pero el dolor me desanima. No estaba segura de qué estaba pasando y, para ser honesta, me llevó un tiempo contárselo a mi médico».

Con el aumento de la esperanza de vida, las mujeres pueden llegar a vivir alrededor de un tercio de su vida en la fase de menopausia, que es cuando la menstruación se detiene debido a niveles hormonales más bajos. Esto marca el final de la edad reproductiva de la mujer y puede provocar muchos cambios físicos y psicológicos.

Aziza Sesay, médica general y defensora de la educación para la salud en Reino Unido, afirma que la sequedad vaginal, que puede provocar relaciones sexuales dolorosas, es consecuencia directa de una disminución de los niveles de estrógeno.

El estrógeno es la hormona responsable de la libido, junto con la testosterona, que también liberan los ovarios. Una vez que los niveles de estas hormonas comienzan a disminuir, las mujeres experimentan cambios en su deseo sexual.

Rosie tiene 45 años y vive en Alemania. Se sometió a una histerectomía a los 30 años tras ser diagnosticada con cáncer de ovario. El procedimiento la llevó a una menopausia forzada precoz. Ella le cuenta a la BBC que los cambios que experimentó fueron drásticos. «Solía ​​disfrutar mucho del sexo y de repente desapareció; no podía sentir ninguna estimulación física».

Nazanin Maali, psicóloga y terapeuta sexual en California, afirma que la mayoría de las veces las mujeres que atraviesan la menopausia acuden a ella por falta de deseo y dolor durante las relaciones sexuales.

Más infecciones urinarias

«En muchos casos se sienten estancadas. Pero también hay muchas mujeres que sí desean tener relaciones sexuales, pero simplemente ya no les interesa la penetración», explica.

Pero no son solo la sequedad vaginal o la baja libido lo que hace que el sexo sea menos deseable para las mujeres en esta etapa de sus vidas. Para Yas, de 49 años y residente de Reino Unido, las infecciones recurrentes del tracto urinario fueron la razón por la que perdió el interés en el sexo.

«He perdido todo interés en el sexo porque cada vez que lo tengo, sufro infecciones terriblemente dolorosas». Comenta que durante mucho tiempo los médicos no diagnosticaron este problema como algo relacionado con la menopausia.

¿Qué tratamientos hay disponibles?

Según Sesay, «la terapia hormonal sustitutiva (THS) es la primera opción terapéutica. Se presenta en diferentes presentaciones: parche, gel o píldora. Algunas personas no pueden usar hormonas que circulan por el torrente sanguíneo, como las píldoras, pero siempre existen las tópicas que se pueden aplicar directamente en la vagina».

Neda, que vive en Nueva Zelanda, no podía tomar pastillas de THS debido a su cáncer. «Pero me recetaron una crema tópica cuando insistí en que quería la THS para mejorar mi vida sexual. El diagnóstico de un tipo de cáncer agresivo implicó que los médicos no priorizaran mi vida sexual», afirma.

Aziza explica que también existen tratamientos de venta libre, como lubricantes y humectantes vaginales, pero insta a las personas a verificar los ingredientes para detectar cualquier sensibilidad.

Para quienes experimentan debilitamiento de los músculos del suelo pélvico, existe la posibilidad de fisioterapia del suelo pélvico. Pero lo que sugiere a todas las personas, ya sea menopáusicas o no, es «cambiar su estilo de vida. Hacer ejercicio, comer frutas y verduras, reducir o eliminar por completo el consumo de alcohol. No fumar. Mantener el peso».

Una de las cosas que la doctora Sesay defiende firmemente es el autocuidado: «El autocuidado no es egoísta. Intenta eliminar el estrés de tu entorno. Las mujeres a menudo intentamos asumir demasiadas responsabilidades, como si fuéramos supermujeres. Pide ayuda y, si no te gusta pedirla, al menos acéptala cuando te la ofrezcan».


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