El Tribunal Penal de Mónaco ha condenado al futbolista neerlandés Memphis Depay a cuatro meses de prisión suspendida por conducir un Rolls-Royce en estado de ebriedad el pasado verano. La condena incluye también una multa de 9.000 euros y la prohibición de conducir por el Principado durante dos años.
Según informes, Depay dio positivo con «1,01 mg por litro de aire espirado» después de frecuentar dos discotecas, lo que equivale a más de 2 gramos de alcohol por litro de sangre. El control se realizó sobre las 5:30 horas de la madrugada.
Depay, que juega actualmente en el Corinthians, reconoció los cargos y dispone de un período de dos semanas para apelar la sentencia. Es importante destacar que la condena es suspendida, lo que significa que Depay no ingresará en la cárcel a menos que incumpla ciertas condiciones




