La Alcaldía de Melgar celebra una reducción del 50% en los delitos y refuerza el plan de seguridad para las elecciones atípicas, pero persisten dudas sobre si estas medidas realmente reflejan la realidad en las calles y si garantizarán una jornada electoral libre de irregularidades.
En junio, la Alcaldía de Melgar y la Policía Nacional anunciaron con orgullo una reducción del 50% en los índices delictivos y un aumento del 60% en la efectividad operativa durante los últimos dos años. El mensaje, respaldado por el general Iván Gualdrón y el alcalde encargado Iván Darío López, se presentó como una muestra del éxito en la lucha contra la delincuencia.
Sin embargo, voces ciudadanas y líderes comunitarios advierten que estas cifras no siempre se reflejan en la vida diaria. “Una cosa son los números y otra la sensación de inseguridad que seguimos viviendo”, comenta un comerciante del centro.
En la misma reunión técnica entre las autoridades y el gobierno actual, la Policía Nacional se comprometió a fortalecer la inteligencia policial, diseñar nuevas estrategias comunitarias y coordinar acciones para mantener la tranquilidad. Pero la promesa choca con una realidad marcada por hurtos menores, consumo de drogas en espacios públicos y quejas sobre zonas sin vigilancia.
Lo que se entrega en cifras oficiales: 50% menos delitos, 60% más efectividad operativa y el compromiso de fortalecer inteligencia y policía judicial. Lo que falta por decir es que: no se detallan tipos de delitos reducidos, no hay cifras de percepción ciudadana y faltan informes sobre judicializaciones efectivas.
Por ello, de cara a las elecciones atípicas del 17 de agosto —provocadas por la destitución del exalcalde por doble militancia— la administración emitió el Decreto 124 de 2025, que establece medidas como ley seca, restricción de porte de armas y control de transporte público.
Aunque la Alcaldía asegura que busca “garantizar unas elecciones seguras y en paz”, expertos en seguridad electoral señalan que estas acciones se centran en el orden público inmediato y no abordan problemas de fondo como la compra de votos.
Francisco ‘Pacho’ Bermúdez, uno de los candidatos a la alcaldía en las elecciones atípicas del 17 de agosto, plantea que la seguridad en Melgar debe ir de la mano de oportunidades reales para jóvenes y campesinos. Su plan incluye garantizar que “nadie sufra abusos en el tránsito”, impulsar un hospital regional, un centro de innovación, un multipropósito y casas comunales.
Bermúdez propone que deporte, cultura y educación sean pilares para reducir la delincuencia, apostando por un Melgar “seguro, próspero y unido”. Aunque su discurso conecta con demandas ciudadanas, la efectividad de estas iniciativas dependerá de cómo se articulen con la situación de seguridad actual y los retos heredados de administraciones anteriores.
La jornada electoral será un examen real para saber si la “tranquilidad” que muestran las cifras se sostiene en la práctica.




