Comunidades ribeñas del río Putumayo en la frontera con Ecuador denunciaron que han sufrido varios derrames petroleros en los últimos meses, que estarían afectando la calidad del agua, la pesca artesanal y los ecosistemas acuáticos. Los líderes locales aseguran que la empresa responsable del oleoducto no ha adoptado medidas suficientes de prevención y atención.
Representantes indígenas y campesinos presentaron un dossier al defensor del pueblo y exigieron que el gobierno incluya a las comunidades en las mesas de diálogo para definir los protocolos de contingencia. Señalan que la contaminación no solo es ambiental, sino que también impacta el tejido social y cultural de la población, que depende del río para su subsistencia.
El Ministerio de Ambiente informó que se desplegarán equipos de inspección para verificar las causas y magnitud de los derrames, demandando a la empresa implicada una reparación integral y compensaciones.
A la vez, se revisará el sistema de monitoreo continuo del oleoducto y los planes de contingencia vigentes.
La situación subraya la tensión recurrente entre la explotación de recursos hidrocarburíferos y los derechos de comunidades vulnerables, un debate que viene tomando fuerza en la agenda nacional.




