Médicos a punta de migajas

La concejal Lourdes Mateus denuncia contratos precarios y condiciones laborales inhumanas en la ESE Carmen Emilia Ospina de Neiva.
La concejal Lourdes Mateus denuncia contratos precarios y condiciones laborales inhumanas en la ESE Carmen Emilia Ospina de Neiva.
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Durante la última sesión extraordinaria del Concejo de Neiva, la cabildante Lourdes Mateus encendió la polémica al denunciar las condiciones laborales del personal de la ESE Carmen Emilia Ospina. Se trata de los mismos médicos, enfermeras y auxiliares que durante la pandemia fueron aplaudidos como héroes, pero que hoy enfrentan lo que ella calificó como un contrato “miserable” de apenas quince días.

Según la concejal, varias auxiliares han quedado sin renovación, mientras otras fueron trasladadas de manera arbitraria. Médicos denunciaron que deben atender programas de Promoción y Prevención en medio de consultas generales, lo que no solo limita la autonomía profesional sino que, en palabras de los propios trabajadores, pone en riesgo la vida de los pacientes al reducir el tiempo de diagnóstico.

Mateus advirtió que este panorama raya con lo inhumano y prometió continuar con acciones jurídicas para frenar lo que considera contratos ilegales. “¿Qué hace un trabajador con un contrato de quince días? Eso no da ni para la cuota de una moto. Es deshumanización extrema”, señaló.

Denuncias constantes

La cabildante fue más allá y acusó a la administración municipal de profundizar la precarización. Recordó que los problemas laborales en la ESE no son nuevos, pero aseguró que la falta de decisiones ha dejado a la entidad en una interinidad prolongada que golpea tanto al personal como a los pacientes.

“Mientras a una familia se le han adjudicado contratos millonarios hasta diciembre de 2025, los trabajadores que sostienen la vida de esta ciudad deben conformarse con contratos de quince días”, denunció.

Los testimonios de empleados confirman un ambiente laboral hostil. Algunos señalaron que en la institución hay personas que se amparan en supuestos vínculos familiares con funcionarios para maltratar y gritar a quienes se oponen a sus órdenes. “Es un ambiente terrible, pero muchos trabajan solo por necesidad”, se escuchó entre los pasillos de la ESE.

Mateus advirtió que, con estas condiciones, difícilmente se encontrarán profesionales dispuestos a vincularse. “La gente no quiere trabajar en la ESE Carmen Emilia Ospina porque no hay garantías, ni respeto, ni estabilidad”, enfatizó.

Llamado urgente

En su intervención, la cabildante lanzó un mensaje directo al mandatario local: que ponga sus ojos en la salud de Neiva antes de que sea demasiado tarde. “Así como le metió alma, vida y corazón a las EIVAS, usted destrozó la ESE. Está a tiempo de recuperarla, le quedan dos años”, expresó.

El reclamo no es menor. Cerca de 450 trabajadores siguen bajo contratos precarios y la ciudadanía percibe un servicio debilitado. Mientras tanto, el derecho a la salud se siente cada vez más lejano en la capital huilense.


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