Luis Benigno Patiño fue condenado a cumplir 11 años y 6 meses de cárcel por abusar sexualmente de una menor de edad.
El sujeto quien fungía como médico tradicional de un resguardo indígena de Florencia fue sentenciado a cumplir una condena de privativa de libertad, por ser encontrado culpable del delito de acceso carnal o acto sexual en persona puesta en incapacidad de resistirse, realizado en contra de una niña de 14 años de edad.
Los hechos documentados por la fiscalía tuvieron lugar entre diciembre de 2021 y enero de 2022 cuando el médico indígena llevó en tres ocasiones a la víctima hasta una maloca localizada en la zona rural del municipio de Florencia. Al llegar al lugar realizaba una ceremonia o ritual de yagé.
Valiéndose de su condición de médico indígena dio órdenes a la jovencita de desnudarse y de su boca le dio a beber un alimento llamado choduro, se acostó sobre ella, la besó, la tocó y posteriormente le dio a beber el yagé.
Al ingerir esta bebida que tiene propiedades anestésicas y alucinógenas la niña quedó inmóvil y sin poder hablar, pero consciente, el pedófilo aprovecho su estado de incapacidad para abusar sexualmente de ella. Realizando vejámenes sexuales con la menor de edad.
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El juzgado del circuito que emitió la sentencia le impuso además la inhabilidad de derechos y funciones públicas por el mismo término de la pena principal. Dictamino la orden de captura inmediata de Patiño. Esta decisión es de primera instancia y sobre ella proceden los recursos de ley.
El yagé es una bebida utilizada en la medicina tradicional de pueblos indígenas de Colombia, Brasil, Bolivia, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela. Se trata de una decocción elaborada a partir de la combinación de ayahuasca o yagé y una segunda planta que puede ser chacruna o chaliponga.
Se dice que la purga con yagé es una experiencia catártica y liberadora que puede abrir la posibilidad para una vida consiente y más plena. El uso de esta bebida sagrada indígena puede resultar letal. No es un divertido plan turístico de fin de semana.
Los padres y representantes deben orientar a sus hijos con respecto al cuidado de su integridad. Es su deber informarle a los niños de una manera adecuada a su edad, sobre la existencia de personas con trastornos mentales que pueden tener el impulso de tocarlos en sus genitales.
Además brindarles confianza para que si llegara a presentarse una situación parecida tengan la confianza de contarles. Advertirles que el agresor puede ser un desconocido o un familiar cercano.
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