Medica denunció acoso laboral y sexual en Tunja

Un estudiante de medicina señaló a un especialista de haberla vulnerado de diferentes formas.
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Laura Andrea Salinas Quinchanegua, quien recientemente celebró su grado como médica, ha hecho públicas serias acusaciones de acoso sexual en el Hospital Universitario San Rafael de Tunja. La joven compartió en sus redes sociales un relato detallado de los abusos que habría sufrido durante su internado en dicha institución, generando un fuerte eco en la comunidad médica y en el ámbito social.

En una serie de publicaciones en Twitter, Salinas describió con valentía el sufrimiento que experimentó a partir de enero de este año, cuando fue reasignada al área de Ortopedia del hospital. La médica narró que, al ser la única interna en el servicio, enfrentó no solo la sobrecarga laboral, sino también un comportamiento inapropiado por parte de uno de los especialistas del equipo.

Salinas relató que el ortopedista, al no recibir respuestas favorables a sus insinuaciones, comenzó a mostrar un trato hostil hacia ella en presencia de otros colegas. «El especialista era coqueteo, y aunque yo intentaba mantener una actitud profesional para evitar malentendidos, sus insinuaciones se convirtieron en comentarios despectivos», explicó la joven. El acoso escaló hasta llegar a un incidente alarmante en el que el ortopedista, después de cerrar un consultorio, se desnudó y orinó en el baño sin cerrar la puerta, mientras profería comentarios ofensivos como: “¿Es que así le gusta que la griten, le gusta todo por la fuerza?”

Además de este comportamiento aberrante, Salinas denunció que el especialista Cristhian Rojas la acosó a través de llamadas telefónicas y mensajes de texto. En sus publicaciones, la joven incluyó capturas de pantalla de chats en WhatsApp que evidencian la presión constante y las invitaciones inapropiadas que recibió, incluyendo propuestas a eventos de dudoso nombre, como “la hora loca”. «Esos mensajes y llamadas de madrugada eran una fuente constante de angustia para mí. Estaba en shock y no sabía cómo reaccionar para no empeorar la situación», comentó Salinas.

A pesar de haber presentado una queja formal al hospital, Salinas expresó su frustración con la respuesta institucional. La oficina jurídica del hospital desestimó su denuncia después de que el ortopedista negó las acusaciones y exigió conocer la identidad de la persona que se quejaba. «La respuesta del hospital fue desalentadora. Me dijeron que, al negar todo, el especialista se mantenía en su puesto como si nada hubiera pasado. Esto resultó en meses de impotencia y un profundo deterioro de mi salud mental», señaló Salinas.

La denuncia de Laura Andrea Salinas ha generado una ola de apoyo y preocupación tanto en la comunidad médica como en el público en general. Su valentía para exponer estas injusticias ha puesto de relieve la necesidad urgente de abordar el acoso sexual en el ámbito laboral y garantizar que las víctimas reciban el apoyo y la justicia que merecen.


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