Medellín evidencia un panorama mixto en materia de criminalidad en lo que va de 2025. Por un lado, las cifras de homicidios violentos han registrado un aumento preocupante: 211 casos, lo cual representa un incremento cercano al 15 % frente al mismo periodo del año anterior. Las comunas del centro y de Manrique son las que más han aportado a esta alza.
Por otro lado, la ciudad reporta avances significativos en otros delitos: el hurto a personas ha disminuido alrededor del 28 %, los robos a establecimientos comerciales cayeron más de la mitad (≈54 %), y los robos de vehículos y motocicletas también presentaron descensos del 37 % y 30 % respectivamente. La violencia intrafamiliar, las lesiones personales y la extorsión también reflejan disminuciones.
El alcalde Federico Gutiérrez calificó estos resultados como parte de una estrategia de seguridad integral. Señaló que aunque es urgente enfrentar el incremento en homicidios, las reducciones en otros delitos revelan que las acciones en operativos policiales, tecnología de vigilancia y convenios comunitarios han empezado a dar resultados.
Sin embargo, el aumento en los crímenes violentos ha generado inquietud en la ciudadanía. Vecinos advierten temor por salidas nocturnas, aumento de disputa de territorio por bandas, y sentimientos de inseguridad en zonas que históricamente habían sido más tranquilas.
Las autoridades anunciaron que reforzarán la presencia policial en las comunas más afectadas, mejorarán los sistemas de alerta vecinal, y prometieron mayor transparencia en los operativos. Al mismo tiempo, se prevé fortalecer los programas sociales para abordar causas de raíz como la pobreza, la desigualdad, y la falta de oportunidades, que según expertos, siguen incidiendo fuertemente en los niveles de violencia.
