La tensión entre Ucrania y Rusia, está en su punto máximo, mientras la diplomacia mundial agota todas las posibilidades para frenar un conflicto bélico. Vladimir Putin, presidente de Rusia, ayer durante el encuentro con el canciller de Alemania, Olaf Scholz, expresó que no quiere la guerra.
Varios medios internacionales asegurar que el presidente ruso había ordenado el desplazamiento de las tropas en la frontera con Ucrania y todo esto en medio de la duda de que esto realmente este sucediendo.
El Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo desde Bruselas «Por el momento no hemos visto ninguna señal de desescalada sobre el terreno».
Agregó «Rusia ha acumulado una fuerza de combate en Ucrania y sus alrededores, algo sin precedentes desde la Guerra Fría. Rusia todavía tiene tiempo para alejarse del precipicio, para dejar de prepararte para la guerra y empezar a trabajar por una solución pacífica».
El escepticismo total. «Continuaremos monitoreando y siguiendo de cerca lo que está pasando».
La OTAN lleva semanas invitando a Moscú a una desescalada, a que retire tropas y a que se vuelva a sentar en la mesa, después de apenas una reunión inicial tras meses de silencio.
Algunos medios informaron que lo que si está pasando es que en vez de un retiro, lo que está sucediendo es la llegada de tropas en el este y sur de la frontera con Ucrania.


