El Cementerio Central de Bogotá, uno de los espacios patrimoniales más emblemáticos de la capital, atraviesa una situación crítica por el avanzado deterioro de sus mausoleos privados. Declarado Monumento Nacional en 1984, este camposanto alberga los restos de figuras históricas y es testigo de la memoria colectiva de la ciudad. Sin embargo, la falta de mantenimiento y el abandono por parte de los propietarios han puesto en riesgo no solo la integridad arquitectónica de los mausoleos, sino también la seguridad de visitantes y trabajadores.
La Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (UAESP) ha lanzado un llamado urgente a los dueños de mausoleos en los cementerios distritales (Central, Norte, Sur y Parque Serafín) para que asuman su responsabilidad en la conservación de estos bienes. Debido a que se trata de propiedades privadas, la entidad no puede intervenir directamente, lo que ha generado un vacío en la gestión y restauración de estos espacios. Se invita a los responsables a comunicarse con la UAESP o acercarse al cementerio correspondiente para solicitar las autorizaciones necesarias y proceder con las intervenciones requeridas.
Lío de vieja data
La problemática no es nueva. Desde el Concejo de Bogotá se ha denunciado el mal estado de tumbas, bóvedas y mausoleos del emblemático cementerio, atribuyendo el deterioro tanto al paso del tiempo como a la falta de operadores eficientes en la administración de los cementerios.
El Cementerio Central, en particular, ha sido descrito como un “pueblo olvidado”, donde la historia y el arte funerario corren peligro de desaparecer si no se toman medidas urgentes. La reciente responsabilización de la operación directa por parte de la UAESP busca revertir la situación, pero la colaboración de los propietarios es indispensable para garantizar la conservación de este patrimonio.
Según expertos en patrimonio cultural, de no actuarse con prontitud y diligencia, el riesgo podría ser la pérdida irreparable de un legado invaluable para las futuras generaciones.
Casos similares
La problemática del Cementerio Central es una novedad en Colombia, pero en otros países, especialmente en Europa, ha llevado a que las autoridades tomen acciones.
En Sevilla, por ejemplo, el Ayuntamiento debió asumir el mantenimiento del mausoleo de Joselito el Gallo ante el peligro de derrumbe y la imposibilidad de que los descendientes costearan las reparaciones. En Madrid, el cementerio de La Almudena enfrenta un grave deterioro que ha motivado la inversión pública y la declaración de Bien de Interés Cultural para facilitar su restauración. En Málaga, la dispersión de la propiedad y la falta de recursos han llevado a que muchos mausoleos permanezcan en ruinas, lo que ha impulsado la creación de planes municipales de conservación y la búsqueda de financiamiento público y privado para evitar la pérdida de estos monumentos históricos.




