El partido político rojo, busca vencer al ‘barretismo’ en las próximas elecciones.
En las instalaciones de Comfatolima, frente a la Universidad de Ibagué, se llevó a cabo hoy la importante Convención Liberal del Tolima, un evento en el que se esperaba definir el rumbo del partido rojo de cara a las próximas elecciones. Sin embargo, lo que se vivió allí dejó a muchos asistentes desconcertados y cuestionando la capacidad de la colectividad para enfrentar la fuerza del ‘barretismo’ en los próximos comicios. Las profundas tensiones internas del partido fueron palpables, ya que los representantes de diversos municipios llegaron con la expectativa de una verdadera elección de directorio, pero en su lugar fueron testigos de lo que muchos consideraron una autoproclamación de los mismos dirigentes de siempre.

El nombramiento de Raúl Cáceres Bergaño como secretario general y la reelección de Jorge Eduardo Casabianca como presidente del directorio departamental generaron sorpresa y críticas entre los presentes. La analogía con la política venezolana no tardó en surgir, y muchos vieron en estos movimientos una falta de apertura y renovación dentro del partido. La molestia fue evidente, y Graciela Barbosa Acosta, líder social y excandidata a la Asamblea por el Partido Liberal, expresó su descontento desde el público, acusando a los autoelegidos de perpetuar una dinámica de favoritismos y exclusiones. La mesa directiva, en un gesto de desinterés, mantuvo silencio ante las críticas, mientras que el recién nombrado secretario continuaba con su intervención.
La elección del veedor, uno de los pocos cargos que debía ser sometido a votación real, se convirtió en un escenario de confrontaciones. Mauricio Jaramillo, consciente de la relevancia de este rol, respaldó a su candidato, quien había ocupado el cargo durante más de una década. Por su parte, la congresista Olga Beatriz Gonzales intentó impulsar una renovación, presentando a Camilo Delgado como su candidato. La competencia se intensificó con la aparición de otros aspirantes, como el youtuber Daniel Neira, quien, a pesar de su reciente incursión en la política, logró unificar apoyos y jugar un papel clave en la elección de Delgado como veedor, sorprendiendo a muchos con su capacidad de movilización.
A medida que se seleccionaban los delegados para la Convención Nacional en Cartagena, las disputas internas se hicieron aún más evidentes. Jaramillo y los diputados Moratos y Reyes intentaron imponer a sus aliados, mientras que Neira desafió públicamente a la dirigencia, exigiendo un lugar para Néstor Fabio Montilla Sánchez, otro candidato que representaba al sur del Tolima. Al final del evento, quedó claro que las diferencias internas del Partido Liberal del Tolima siguen siendo un obstáculo para su unidad.




