Según la alerta emitida por la Defensoría antes de que se perpetrara la masacre, los municipios de El Rosario, Leiva y el Concejo Menor de Sachamates, Departamento de Nariño se encontraban en inminente riesgo por violación a los Derechos Humanos y ataques por parte del grupo armado que rige la zona.
Pues bien, la masacre ocurrió en la subregión de la Cordillera correspondiente al corregimiento de Esmeralda donde fueron asesinadas cuatro personas, según las diferentes versiones con tiros de gracia.
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Se afirma que en la zona se encuentra el Frente Franco Benavides de las disidencias de las FARC, grupo sospechoso de llevar a cabo la masacre. Al mismo tiempo se han registrado enfrentamientos en el municipio de Policarpa y Cumbitara.
Esta terrible masacre y las confrontaciones en el departamento habrían obligado a las autoridades a adelantar un consejo de seguridad extraordinario.
“Vamos a tener una actividad que redunde en bienestar, de las comunidades que quieren a la Policía, que quieren seguridad y convivencia, que Dios nos acompañe y nos proteja para que cualquier artimaña del maligno sea conjurada, para que impere la ley y la constitución política”, afirmó el director de la Policía Nacional Henry Sanabria.
Por otra parte, la exalcaldesa de Policarpa Claudia Cabrera lamentó por completo este hecho.
Es importante recalcar que esta es la masacre número 26 que se presenta en lo que va del 2023, entre ellas se encuentra la masacre ocurrida el 21 de marzo en Balboa donde dos hombres y una mujer fueron vilmente asesinados.
Aún no se conoce la identidad de las víctimas, quienes también fueron impactadas con arma de fuego y luego de ello, fueron abandonadas a un costado de la carretera.
Se espera que el Gobierno tome las medidas necesarias para ayudar a que prevalezca el orden y los grupos armados paren la violencia que durante años ha acabado con la vida de miles de inocentes.
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