En Villavicencio, la gran mayoría de los docentes se han adherido al paro nacional convocado por la Federación Colombiana de Educadores (Fecode), según informó William Fernando Zárate Velásquez, secretario de Educación Municipal. Este paro, iniciado esta semana, ha afectado a más de 72,000 estudiantes de las instituciones educativas oficiales del municipio, quienes no han recibido clases desde el miércoles.
Impacto del paro
El paro ha tenido un impacto significativo en el sistema educativo de Villavicencio. Zárate Velásquez indicó que cerca del 90% de los 2,800 docentes de la ciudad, distribuidos en 156 sedes urbanas y rurales de 54 instituciones educativas, se han unido a la huelga. Esta situación ha generado una suspensión masiva de las actividades académicas, afectando el ritmo normal de aprendizaje de miles de estudiantes.
Respuesta de la secretaría de educación
Ante esta situación, la Secretaría de Educación ha estado en constante comunicación con los rectores de las instituciones para recibir informes detallados sobre la participación de los docentes en el paro. Zárate Velásquez ha solicitado paciencia a la comunidad educativa mientras se busca una solución que permita reanudar el servicio educativo lo más pronto posible.
Institución en operación
A pesar de la gran adhesión al paro, el colegio Felicidad Barrios, en sus sedes de Barcelona y Cocuy, ha sido la excepción. En este establecimiento, los docentes de una jornada no se unieron al paro, permitiendo que los estudiantes continúen con sus clases. La Secretaría de Educación ha asegurado el servicio de transporte y alimentación escolar para estos alumnos, garantizando así su asistencia y bienestar.
Contexto y expectativas
El paro convocado por Fecode tiene como objetivo presionar al gobierno nacional para que atienda diversas demandas del gremio docente, incluyendo mejores condiciones laborales, salarios justos y mayores recursos para la educación pública. Este tipo de movilizaciones son comunes en el sector educativo colombiano, y a menudo generan debates sobre la necesidad de equilibrio entre las reivindicaciones de los docentes y el derecho de los estudiantes a recibir una educación continua y de calidad.




