
El gobierno afirmó que tres de las víctimas eran niños. Hezbolá afirmó que 16 de sus seguidores perdieron la vida durante el ataque, incluyendo a dos funcionarios importantes.
El sábado 21 de septiembre de 2024, Firas Abiad, el ministro libanés de Salud Pública, informó que el bombardeo israelí que alcanzó un edificio residencial a las afueras de Beirut ayer ha causado 31 muertes y 68 heridos.
El líder del departamento gubernamental informó en una rueda de prensa que de los 31 fallecidos, tres eran niños y siete eran mujeres, y agregó que «aún hay restos sin identificar».
Al menos 16 de los fallecidos pertenecían al grupo chií libanés Hezbolá, el cual confirmó la muerte en varios comunicados. Entre los fallecidos se encontraban dos altos funcionarios, el comandante Ibrahim Aqil y Ahmed Wahbi, líder del cuerpo de élite Fuerzas Radwan.
Abiad declaró que había 70 muertos en estos tres días, incluidas las explosiones de buscapersonas y walkie talkies.
El ministro explicó que desde el martes, en los hospitales se han realizado más de 2.000 intervenciones quirúrgicas para tratar a los afectados por la serie de explosiones simultáneas en miles de buscapersonas y walkie talkies controlados por miembros de Hezbolá, quienes son aliados de Irán.
Israel ha sido señalado como responsable de estas explosiones sin precedentes, y Hezbolá ya ha advertido que tomará medidas para responder, ya que este es el incidente con más víctimas desde el inicio de los enfrentamientos fronterizos entre ambas partes hace casi un año.




