En un esfuerzo por combatir la deforestación en el sur del Meta, la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Área de Manejo Especial La Macarena (Cormacarena) ha anunciado un incentivo económico destinado a más de 1.000 familias campesinas. Este proyecto, que se desarrolla en los municipios de Vista Hermosa, Mapiripán, Uribe, Puerto Rico y La Macarena, beneficiará a 1.050 familias con un pago de 900 mil pesos a cada una por su compromiso en la conservación de 39.178 hectáreas de bosque amazónico. Esta iniciativa se enmarca en una estrategia más amplia para proteger uno de los ecosistemas más vitales y biodiversos del planeta.
Implementaciones
El convenio forestal detrás de este incentivo tiene una inversión superior a los 256 millones de pesos y se centra en la implementación de medidas que reduzcan los gases de efecto invernadero resultantes de la deforestación y la tala ilegal. El objetivo principal es contribuir a la conservación y uso sostenible de la biodiversidad, alineándose con el Sistema Nacional de Áreas Protegidas de Colombia (SINAP). Esta colaboración no solo busca mitigar los impactos ambientales negativos, sino también fortalecer la gestión sostenible de los recursos naturales en la región.
Colaboradores
Este programa se ha logrado gracias a la colaboración entre Patrimonio Natural, el Fondo para la Biodiversidad y Áreas Protegidas, y Cormacarena. Estas instituciones se han unido para promover el manejo sostenible de la bioreserva amazónica, considerada una de las más importantes a nivel mundial. La iniciativa también se alinea con el Plan de Acción del departamento para reducir los alarmantes índices de deforestación que afectan a la región, contribuyendo así a la preservación de un entorno crítico para el equilibrio ecológico global.
La firma de este convenio no solo representa un compromiso renovado con la protección del bosque amazónico, sino también con el bienestar de las comunidades locales. Cormacarena reafirma su dedicación a la administración responsable de los recursos naturales renovables dentro del marco del desarrollo sostenible.
Las familias beneficiarias tendrán la responsabilidad de asegurar que las prácticas de conservación se lleven a cabo de manera efectiva, y se espera que esto genere un efecto multiplicador en la región, promoviendo una mayor conciencia y participación en la protección ambiental.




