Hace una década, el director Ridley Scott estrenó Marte (The Martian), una película que se convirtió en su último gran éxito de taquilla y uno de los referentes más sólidos de la ciencia ficción en lo que llevamos del siglo XXI.
Adaptada de la novela de Andy Weir, la película sigue al astronauta Mark Watney, interpretado por Matt Damon, quien es dado por muerto durante una misión en Marte. Al darse cuenta de que sigue vivo, deberá recurrir a su ingenio, recursos limitados y un contacto complicado con la Tierra para sobrevivir.
Con un presupuesto cercano a los 108 millones de dólares, la cinta logró recaudar alrededor de 630 millones en salas de cine a nivel mundial. En España, también fue un éxito, superando los 11 millones de euros.
Scott, ya con una carrera legendaria, había tenido críticas por algunos filmes previos que no cumplieron con las expectativas, como Éxodo: Dioses y Reyes. Marte no solo limpió ese mal sabor, sino que demostró que un cineasta puede combinar espectáculo visual, ciencia bien fundamentada y un relato humano convincente.
Para quienes gustan del cine espacial, de supervivencia y de historias que ponen al límite la resiliencia humana, Marte sigue siendo una cinta imperdible, apta para ver y volver a ver.