La ciudad de Popayán enfrenta un grave llamado de atención tras el asesinato de Karen, una mujer trans perteneciente a la colectiva Mariposas Negras. Hace seis días, fue baleada en las calles sin que hasta ahora exista claridad sobre los responsables. Testimonios de personas cercanas señalan que los presuntos agresores serían agentes de la Policía, hecho que ha encendido las alarmas por la seguridad y el trato hacia la comunidad trans en la capital caucana.
Las integrantes de Mariposas Negras manifiestan que este crimen no es un caso aislado, sino parte de una larga cadena de violencias y desprecios que han denunciado durante años. Según expresan, han sido víctimas de tratos indignos por parte de algunas autoridades y, pese a las denuncias, las instituciones han hecho poco para garantizar su dignidad y protección.
La colectiva resalta que la indiferencia de la sociedad payanesa profundiza la vulnerabilidad de las mujeres trans, quienes se ven obligadas a resistir en las calles en medio de la exclusión, el estigma y la violencia. Frente a este panorama, piden abrir espacios de diálogo que permitan avanzar en reconocimiento, inclusión y respeto a sus derechos. “Queremos que se nos trate como humanas, que se reconozca nuestro lugar en la sociedad”, señalaron en un comunicado.
La muerte de Karen se convierte así en un símbolo de la urgencia por acciones efectivas que frenen los crímenes de odio y fortalezcan la confianza de la comunidad trans en las instituciones.