Durante tres meses Mariana Herrera Serrato pensó lo peor, y no era para menos, ya que una lesión en el sacro la alejó de lo que más ama: El ciclismo. Sin embargo, su juventud, el amor inigualable por el ciclismo y las ganas de una medalla de oro en los Juegos Nacionales del Eje Cafetero, fueron más fuertes y este fin de semana se alzó con el metal dorado en el Scratch 10 kilómetros en el velódromo ‘Alcides Nieto Patiño’, en Cali.
«Fueron muchos meses difíciles a causa de esta fractura que me dejó tres meses sin entrenamientos, sin competencias. Por eso, lograr esta medalla de oro me demuestra a mí y a mucha gente que sí se puede cuando hay mente, corazón y ganas», dice ahora, mientras en sus mejillas se deslizan como ella en la pista las lágrimas de alegría.
Y es que el fin de semana Mariana Herrera se convirtió en una de las grandes figuras del Valle en las justas nacionales, donde demostró de qué están hechas sus piernas y corazón. «Vine trabajando muy duro este tiempo, tenía muy poco para llegar bien a estos Juegos, me dieron de alta apenas hace mes y medio y ganar esta medalla me llena de emoción», destacó.
