El 15 de marzo de 2025, un juez de control de garantías dictó medida de aseguramiento en centro carcelario contra Marco Antonio Parra Rodríguez, señalado de asesinar a Emily Villalba, una menor de 15 años hallada sin vida en la zona rural de Chocontá. El presunto feminicida fue imputado por el delito de feminicidio agravado, aunque no aceptó los cargos.
Según la Fiscalía General de la Nación, Parra preparó el crimen con antelación, acechando a la adolescente como «un ave carroñera», esperando el momento adecuado para atacarla. El 12 de marzo, Emily fue abordada por Parra mientras se desplazaba desde Chocontá hacia su vereda, un recorrido de aproximadamente 40 minutos. Posteriormente, el cuerpo de la menor fue encontrado en una zona boscosa de la vereda Pueblo Viejo Alto.
Las autoridades recabaron importantes pruebas, como testimonios de vecinos, grabaciones de cámaras de seguridad y objetos personales de Parra (ropa, un bolso y un celular) encontrados en el lugar donde se halló el cuerpo. Estos elementos apuntan a que Parra fue la última persona en tener contacto con Emily antes de su muerte. Sin embargo, durante su audiencia, Parra intentó evadir las acusaciones presentando una coartada falsa, alegando que había sido víctima de un robo de su bicicleta.
Este caso no es el primero en el que Parra tiene problemas con la ley. En el año 2000, fue condenado a más de 20 años de prisión por homicidio agravado y tiene antecedentes por hurto. Ahora, tras el hallazgo del cuerpo de Emily Villalba y la recopilación de pruebas, el proceso judicial continúa en su contra.
Se espera que los resultados de los análisis forenses hechos por Medicina Legal ofrezcan más detalles sobre la causa de la muerte de Emily Villalba. Mientras tanto, la comunidad sigue esperando justicia por el crimen que conmocionó a la región.
